martes, 8 de diciembre de 2009

Las sandías de Frida Kahlo



Viva la vida, Sandías. Frida Kahlo




Frida Kahlo (1907-1954). nació en Coyoacán, en el sur de Ciudad de México. A los 16 años, cuando era estudiante en la Escuela Nacional Preparatoria de esta ciudad, resultó gravemente herida en un accidente de camión y comenzó a pintar durante su recuperación. Tres años más tarde, le llevó a Diego Rivera algunos de sus primeros cuadros para que los viera y éste la animó a continuar pintando. En 1929 se casaron.

Adoptó el empleo de zonas de color amplias y sencillas plasmadas en un estilo deliberadamente ingenuo. Al igual que Rivera, quería que su obra fuera una afirmación de su identidad mexicana, por ello recurría con frecuencia a técnicas y temas extraídos del folklore y del arte popular de su país. Más adelante, la inclusión de elementos fantásticos, claramente introspectivos, la libre utilización del espacio pictórico y la yuxtaposición de objetos incongruentes, realzaron el impacto de su obra, que llegó a ser relacionada con el movimiento surrealista.



Viva la vida, Sandías



Fue su última obra, realizada en 1954.

En los últimos años de su vida, Frida pintó muchas naturalezas muertas. Durante este periodo sufría dolores tan fuertes, que era incapaz de salir de casa o incluso levantarse de la cama. Sus naturalezas muertas usualmente muestran las frutas que ella arreglaba en su mesilla de noche. Ocho días antes de su fallecimiento, Frida añadió un toque para acabar esta naturaleza muerta, que muestra la pulpa escarlata de una sandia cortada a rodajas contra un fondo, señalando la dualidad vida/muerte, un cielo medio iluminado y medio oscuro. Por ultima vez, Frida introdujo su pincel en la pintura roja para escribir su nombre y "Coyoacán, 1954, México" en una de las rodajas de sandía. Entonces, en letras mayúsculas, escribió la frase cuya fuerza hace que Frida y su leyenda vivan:


"VIVA LA VIDA"


Unos días después murió, a los 47 años de edad, a causa de una neumonía.






1 comentario:

  1. Magnífico ensayo! No sabía que esta era la última obra de F.Kahlo. Las sandías tienen un rojo muy particular como si la vida estuviera atrapada en ellas. Extraña paradoja: el bodegón celebra la vida con una desmesura que se expresa en ese rojo intenso pero, al mismo tiempo, quien maneja los pinceles, o sea Frieda, sabe que la muerte está cercana. Me ha hecho recuerdo a Violeta Parra, acaso su última composición no fue precisamente Gracias a la Vida?

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