miércoles, 2 de enero de 2013

Duerme, duerme...











Mil querubines en coro
te sonríen desde el cielo
y una dulce canción
te acaricia la frente.

Una mano te guia ligero
por las nubes de oro
soñando y velando por tí, tesoro mío,
protegiendo tu camino.

Duerme, duerme,
sueña, pequeño amor mío.
Duerme, sueña,
pon tu cabeza sobre mi corazón.

Cierra los ojos,
escucha a los ángeles.
Duerme, duerme,
sueña, mi pequeño amor.





4 comentarios:

  1. Muchas gracias por regalarnos este preciosa canción de cuna.
    Besos.

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  2. ¡Gracias querida amiga por este regalo!

    Un tierno y dulce momento íntimo, compartido por la Madre y el Niño.
    Según Gabriela Mistral, las canciones de cuna son para la madre. Dice Gabriela: "Es como un fruto partido, da al niño la mitad, o sea, la pura melodía, o vaivén, y entrega a la madre, por entero la letra".
    ¿Cómo arrullaba la Bendita Virgen María a su precioso Niño? Quizás inventaba letras que hablaban de su devoción a Dios, para ahuyentar sus temores y sus dudas, y seguramente lo hacía con emoción y santa ternura.
    Pero no podemos olvidar un gran detalle: se trata del Niño-Dios. En este sentido quizás era ese Niño quien cuidaba de esa Madre.

    Un abrazo muy grande

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, por lo que dices, querida amiga.

      Muchos besos.

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