miércoles, 9 de enero de 2013

Gracias, Madre



 Sagrada Familia / Otros materiales / Parte alta de la puerta del Rosario – Cripta
Portal del Rosario. Templo de la Sagrada Familia (Barcelona). Antonio Gaudí


 La Belleza es resplandor de la Verdad, como que el arte es Belleza, sin Verdad no hay arte.
 
(Antonio Gaudí)


María, “madre de Dios”, y a la vez Virgen, acoge en su seno el flujo del Espíritu con amor y sencillez. El simbolismo de su concepción inmaculada, su embarazo, y su maternidad, se refieren al alma humana abierta como un recipiente a los efluvios divinos, y al poder transformador de la redención. Es, por ello, el símbolo de la Sabiduría (la Santa Sofía), inseparable del goce del amor divino. Aparece bajo múltiples aspectos y relaciones en la iconografía cristiana, y en la obra de Gaudí, particularmente, en la Sagrada Familia. Tiene especial interés su asociación con el rosario: uno de los encadenamientos simbólicos que vertebran el templo. El Rosario es una simbólica cadena de rosas que conduce la meditación a través de tres principales temas, representados en las tres puertas”: Natividad (o Gozo), Pasión (o Dolor) y Gloria (o Resurrección). Cada tema contiene cinco estaciones o “misterios”, que se representan como surgidos de una rosa. Esta flor en Occidente constituye uno de los principales simbolismos del amor. La flor en general representa la apertura de la conciencia a la fragancia y la belleza, al goce de todo lo que el misterio encierra. Expresa la idea de un surgimiento espiritual, ampliando la visión a otros planos. Allí los misterios se complementan de modo que desborda la razón. El Nacimiento, por ejemplo no es comprensible sin la Pasión, es decir, la “muerte de Dios”, y análogamente la muerte del hombre viejo, quien con sus prejuicios y fijaciones impide el nacimiento del Niño Divino y el advenimiento de una Vida Nueva. A su vez los misterios de la Natividad y la Pasión no están completos sin considerar los de Gloria, por los cuales se reconoce la luz, el nuevo espacio y el goce que produce al hombre el nacimiento a una nueva forma de ver y de ser, que es la suya propia desde el Origen. Dice Gaudí:
 
 
 “la Gloria es la luz, la luz da gozo, y el gozo es la alegría del espíritu”.
 
 
 

 


 

2 comentarios:

  1. ¡Que hermosa tu post con el Ave maría de fondo.
    ¡Que maravilla! Gracias Rosa. Un abrazo.Dios te bendiga.

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