miércoles, 15 de mayo de 2013

Se acerca Pentecostés...

 
 

Pentecostés (detalle), El Greco, Museo Nacional del Prado 
 
 
"Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo". Hechos 2, 1-4
 

Ésta es la reflexión y la oración que compartimos en la catequesis de hoy, martes día 14, con los jóvenes que van a recibir el sacramento de la Confirmación:
 
Pentecostés es la culminación de la fiesta de la Pascua, la celebración del misterio de la resurrección de Jesús, celebración que ha durado cincuenta días. Hacemos memoria, recordamos que la primera comunidad de los cristianos recibió el impulso y el don que les hizo capaces de superar el miedo, de anunciar la Buena Noticia de Jesús de Nazaret a todas las gentes. Nosotros reunidos en la Iglesia por la acción de este Espíritu, también hemos recibido ese don, también estamos comprometidos con la tarea de anunciar el Evangelio.
 
 
- "Estaban todos en un mismo lugar...": ¿Dónde estoy yo...? ¿Me encuentro cerca o lejos de la comunidad de Jesús...? ¿Me siento perteneciente a su familia?...Oremos con mucha atención pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, el Espíritu que nos una y nos mantenga firmes en la fe y perseverantes en la comunidad cristiana.
 
 

Pentecostés, Juan Bautista Maíno (1581-1649). Museo Nacional del Prado
 
 
 
"De repente vino del cielo un ruido...": ¿Qué ruidos son los que llenan nuestro corazón? ¿Qué voces llenan nuestro interior...? ¿Qué deseos nos atrapan y arrastran...?  ¿Busco el silencio como experiencia que me plenifica y humaniza...? Oremos con insistencia pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, el Espíritu que nos sobresalte con su voz, que nos despierte de nuestros sueños...
 
"Semejante a un viento impetuoso...": El viento, al soplar mueve los árboles, empuja las velas de los barcos, hace rodar las aspas de los molinos...¡es movimiento!  ¿Hay en mi vida movimiento...? ¿Hacia dónde...? ¿Crezco...o estoy paralizado...? ¿Avanzo...o retrocedo...? Oremos en esta noche pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, el Espíritu que nos mueve hacia Dios y hacia los hermanos, y nos hace crecer en fe y en caridad...
 
 
 
Pentecostés, Jean Restout. Museo del Louvre
 
 
"Llenó toda la casa donde estaban...": ¿De qué está llena nuestra casa, nuestro domicilio particular...? ¿Abunda la comprensión, el diálogo, el servicio, el perdón, la paz, el respeto, el amor...? ¿O está lleno de tensión, incomunicación, egoísmo, desconfianza, envidias, críticas, injusticias...? Oremos en este momento por nuestra familia pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, al Espíritu que llene nuestro domicilio de los dones del amor.
 
"Entonces aparecieron lenguas como de fuego...": El Espíritu del Señor se presenta unas veces como paloma, otras como viento...ahora como fuego. Es un fuego que ilumina, que calienta, que purifica, que se expande... Oremos pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado, el fuego de amor del Espíritu que nos ilumine, porque estamos a oscuras, que nos caliente porque estamos fríos, que nos purifique porque estamos sucios, que nos vivifique porque estamos como muertos...
 
 
 
Pentecostés (detalle), Juan Bautista Maíno
 
 
"Esas lenguas de fuego se repartían y se posaban sobre cada uno...": Todos recibieron el Espíritu Santo.
Miremos ahora a nuestro alrededor...fijémonos en silencio en los rostros que nos rodean...pidamos el don del Espíritu Santo para cada una de las personas a las que estamos viendo en este lugar...(se deja un tiempo)...pidamos el don del Espíritu para aquel de entre nosotros que más lo necesite...
 
- "Todos quedaron llenos del Espíritu Santo...": Oremos pidiendo, por medio de María Corazón Inmaculado el Espíritu que nos llene de la vida de Dios, que nos transforme porque no somos capaces de cambiar por nosotros mismos, que nos convierta en los cristianos que hoy el mundo necesita, que nos convierta en hombres y mujeres nuevos...
 
Amén.

 
 

 
 
 
Canto gregoriano: Veni Creator Spiritus es, dentro del marco de la Iglesia católica, un texto que invoca la presencia del Espíritu Santo. Fue escrito y es rezado o cantado en latín. Se utiliza en la liturgia católica.  El texto procede del siglo IX y se suele atribuir a Rábano Mauro.
 
Ven Espíritu creador;
visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones
que Tú mismo has creado.
 
Tú eres nuestro consuelo,
don de Dios altísimo, fuente viva,
fuego, caridad
y espiritual unción.
 
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre,
pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
 
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra frágil carne.
 
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto tu paz,
siendo Tú mismo nuestro guía
evitaremos todo lo que es nocivo.
 
Por Ti conozcamos al Padre
y también al Hijo y que en Ti,
que eres el Espíritu de ambos,
creamos en todo tiempo.
 
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos.

Amén
 




 

3 comentarios:

  1. Que el Espíritu Santo se pose sobre nosotros y nos acompañe con su luz. Un abrazo

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  2. Me sumo a la petición de releante.
    Rosa, me encantan las pinturas que has elegido. Te me has adelantado con la de Maíno: ¡¡deja ya de compiarme!! Bueno... te perdono.

    Besos, amiga.

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