viernes, 25 de octubre de 2013

Manos las de mi madre...



Madre e hija. James Sant


Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Solo ellas son las santas, solo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!



Su pequeñita. Marie Danforth Page

 
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas, cuando la vida deja mis flores mustias,
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
 
   

Sonido fetal. Li Zijian


Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡las manos maternales aquí en mi pecho son,
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!


Alfredo Espino


Para mi madre.

 


4 comentarios:

  1. Merecidísimo homenaje a la madre.

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  2. Qué ternura, Rosa, dicen tanto las manos.
    El dibujo de Picasso me gusta mucho, no lo conocía y el "sonido fetal" de Zijian es precioso, se lo voy a enviar a mi hija Tamara, mamá de Paula, que ya está de cinco meses del segundo hijo, la va a encantar.
    El post es ideal, gracias, Rosa.
    Un beso..

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