miércoles, 22 de enero de 2014

La oración de las cosas sencillas

 


 
Era ya la tarde y estaban las nubes
perfiladas de rayos de sol,
cuando iba el buen lego con su cantarillo
por la veredica, bendiciendo a Dios.
El misterio grave de la hora dorada,
lleno de agrio aroma de prados en flor
se le entró en el alma llenándola toda
con su turbación.
Se sintió pequeño como aquel polvillo
donde iba posando su planta... y pensó:
¿Qué haré yo, granito de arena en el mundo,
para ser grato a los ojos de Dios?

Fray Andrés, disciplina su cuerpo
sin tenerle piedad. Fray Zenón,
atruena el convento cantando maitines
con hermosa voz.
Fray Tomás se pasa las horas inmóvil,
levantado en arrobos de amor
y ni advierte las tres campanadas
con que la campana llama a colación...
Al lado de aquellos excelsos varones
¿qué hará el buen lego por ser grato a Dios?
Y con santa envidia murmuran sus labios:
Fray Andrés, Fray Tomás, Fray Zenón.
 
 
 
 

 
Y sus ojos buscando respuesta
para aquellas dudas de su corazón,
se hunden en la tarde que muere, sangrando
los últimos rayos bermejos de sol.
Todo es paz y orden. Unos tordos vuelan
con pausados giros. Camina un pastor.
Gime una carreta. Corre un arroyuelo.
Todo deletrea como una canción,
la oración de las cosas sencillas,
que obedecen humildes a Dios.
Y el buen lego descifra en su alma
la revelación
del arroyo, las hojas, las aves y el sol.
Todo cumple su fin mansamente.
Todo sigue un mandato de amor.

 
 

 
 
El llano lo mismo que el pico empinado,
que no está por eso, más cerca de Dios.
Y el buen frailecito siente que en el alma
se le ha entrado un rayo, muy claro, de sol.
De pronto, recuerda que es tarde y ya es hora
de limpiar los platos de la colación.
Y apretando el paso, con simple alegría,
corre que te corre... ¿Qué más oración,
que ir mansamente por la veredica
con el cantarillo bendiciendo a Dios?
 
 
José María Pemán. La balada de las dudas del lego
 
 
 
 
 

6 comentarios:

  1. Rosa, es precioso el poema, si vieras cuantas veces he orado con José María Pemán. Todo en él era y es sencillo. Creo que esta balada no la conocía, pero me sentí identificada con él, salvando las distancias, claro, desde que leí aquello de:
    " (...) Y esta fe en la poesía
    que forma parte de mi fe cristiana."

    Gracias Rosa, me ha reconfortado el alma.

    Tengo pendiente contarte muchas cosas, pero ando con un gripazo que no me deja ni pensar. Reza un poquito para que el miércoles esté buena y pueda asistir al Funeral de mi sobrina, no puedo faltar.
    Besos y cosas sencillas.

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    1. Me encanta lo que dices, Militos, también lo creo; Pemán es sencillo y profundo.
      Siempre estás en mi oración. Cuídate ¿eh?
      No te preocupes, ahora solo cuídate.

      Las cosas sencillas son las que llegan de verdad. Te devuelvo muchos besos.

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  2. Me ha encantado Rosa, he leído a José María Peman en alguna ocasión y me encanta todo lo que transmite a través de sus letras. Gracias. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.

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    1. Me alegro, Pepe, es un gran poeta.
      Gracias a ti. Un abrazo y ¡feliz fin de semana!

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  3. Un programa para transformar la vida en oración agradecida, y tratar de matar la soberbia.

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