domingo, 2 de marzo de 2014

El silencio, eco de Dios

 
 
 
 
 
Os invito a escuchar, meditar y a ver este vídeo de las clarisas, franciscanas, del Monasterio de Otranto, que generosamente ha compartido y traducido, Ángelo, del blog Siete en familia. Os dejo un fragmento, luminoso, de lo que aparece:
 
 
El silencio es el eco de la voz de Dios.
El silencio es la comunicación del amor.
El silencio es penetrar en el misterio de sí mismo, 
para descubrir ser habitados por Dios.
El silencio es decidir llegar al umbral del misterio,
donde el Señor me pide quitar el calzado y adorar.
No somos personas que han llegado,
estamos siempre en camino.
Esta es la belleza: porque nos sentimos discípulos, 
somos en camino con todos vosotros.

Nosotras somos clarisas, por lo tanto franciscanas.
Es sentirse todo uno con la naturaleza, y gozar de un ocaso,
del alba, y gozar de las pequeñas cosas,
de las florecillas entre las piedras,
sentir la brisa sobre la cara, y sentirse inmersos en Dios.
El silencio es respetar a la hermana en su camino,
porque cada uno de nosotros, tiene un camino;
bien que estemos unidos a un proyecto común,
estar convencidos de que cada hermana está habitada por Dios.

Entonces se encuentra al otro,
se encuentra a la otra, no por las cosas que hace,
únicamente porque está habitada por Dios.
Y en este camino de compartir en la fe,
estamos una al lado de la otra,
para decirnos, en el silencio,
lo importante que tú eres, lo importante que yo soy.
Queremos caminar juntas.


¡Feliz domingo!
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Me encanta.
    Feliz semana!

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    1. Es verdad, es muy bonito, un bello testimonio de amor.

      ¡Feliz día! Un beso, querida amiga.

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