sábado, 26 de abril de 2014

Gracias, santos padres







La aventura de la santidad comienza con un «sí» a Dios.

 Juan Pablo II



Cristo vino a traer alegría; alegría a los niños, alegría a los padres, alegría a familias y amigos, alegría a trabajadores y maestros, alegría al enfermo y al anciano, alegría a toda la humanidad.
La alegría es la clave del mensaje cristiano, y el tema que se repite en los Evangelios.
Por tanto, vayan y sean mensajeros de la dicha.

  Juan Pablo II


Este vídeo contiene la hermosa oración de san Francisco de Asís, recitada, orada, por Juan Pablo II. 





¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

***

"La caridad es la esencia de la santidad"

Juan XIII






Recuerdo muy bien lo que sentí cuando vi este vídeo. Me lo descubrió Hoja, del blog La Hoja del Arce. Cada vez que algo le removía el alma, nos lo comunicaba,  lo compartía, era así de generoso; nunca dejaba la tarea fundamental en su precioso blog: evangelizar, mostrar el rostro del Señor, en su dolor y en su alegría. Su dolor se transformaba en alegría.

"Buscar a Cristo, mirar a Cristo, vivir en Cristo. Este es mi mensaje", concluye Juan Pablo II en el vídeo..."No podemos perder el sentido de Dios, de Su acción, de Su presencia...está...El hombre puede construir un mundo sin Dios, pero este mundo acabará por volverse contra el hombre... mirar al Señor con ojos atentos, y descubriréis en Él el rostro mismo de Dios... lejos de Él, solo hay oscuridad y muerte...".

"La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo", nos dijo Juan Pablo II, y así la siento.
Nuestro párroco, el padre Manuel, se encuentra allí, en Roma, junto a sus seminaristas; nos contaba el otro día, que descubrió su vocación en las JMJ de Juan Pablo II, y él encarna en nuestra parroquia esta caricia de Dios; estaremos con vosotros el día 27, de corazón, viviendo este momento maravilloso para la Iglesia que somos todos...




Dos papas profundamente marianos, como así nos recuerdan diversos textos.: "La canonización de estos dos grandes pastores sucede a las puertas del mes de mayo, mes de María. Es este un rasgo que acomuna a los dos nuevos santos: su amor tierno y profundo por la Virgen. Juan XXIII recurría frecuentemente a la “maternidad universal” de la Virgen, “la Madre común, cabeza de todos los hombres, hermanos todos en el mismo Cristo primogénito” (12-X-1961). En Juan Pablo II, la conciencia de la cercanía y de la intercesión de nuestra Madre, representaba un polo de atracción permanente en su propio caminar espiritual y humano, e invitaba a los demás a descubrir la “dimensión mariana” de los discípulos de Cristo. La filiación a la Santísima Virgen — decía – es “un don que Cristo mismo hace personalmente a cada hombre” (cfr. Redemptoris Mater, n. 45).

Y hoy, día del Rosario bloguero, el Rosario era la oración favorita de Juan Pablo II, les acompañamos con esta Salve rociera, cantada en la cuarta de las cinco visitas que realizó a España, a la ermita de la Virgen del Rocío en Almonte, en 1993. San Pedro Poveda, el gran regalo que Dios me hizo para vivir y formarme dentro de la Iglesia, fue beatificado por Juan Pablo II en 1993, el 10 de octubre  y canonizado el 4 de mayo de 2003.

Totus Tuus, Todo tuyo, fue el lema mariano que eligió Juan Pablo II al asumir el timón de la barca de Pedro. Se consagró a María, se acogió a su intercesión maternal, y le pidió que cuidase, con su amorosa presencia la trayectoria de su pontificado, que tuvo un signo profundamente mariano.
Con ocasión de la Eucaristía que se celebró el 18 de octubre de 1998, a los veinte años de su elección y a los cuarenta años de haber sido nombrado obispo, Juan Pablo II reiteró en la Plaza de San Pedro ese "Totus Tuus" (¡Todo tuyo, María!) ante el mundo.





¡Gracias, santos padres!


 



Sábado, día del Rosario bloguero.
Un recuerdo muy especial para mis queridos amigos, compañeros de viaje en este blog.
¡Feliz día!




5 comentarios:

  1. Unas personalidades tannnnnnnnnnnnn distintas...

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    1. Y, en esencia, iguales, los dos dieron un gran impulso a la Iglesia. El Vaticano II abrió las puertas de la Iglesia de par en par. Grandes papas y santos. Una gran suerte para todos.

      Un beso fuerte, Tracy.

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  2. Creo es un enorme privilegio el que el Señor nos concede, el poder "asistir" a la canonización de estos dos grandes santos, estando presentes otros dos...
    Dios sigue actuando, nosotros somos testigos. Ojalá nos sirva de estímulo para seguir intentándolo.
    Un abrazo en Cristo resucitado.

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    1. Querida amiga, es verdad, un enorme privilegio, estando presentes otros dos...el papa emérito es una luz intensa y nuestro Papa actual...vivimos cada día su constante aliento. Querida amiga, ¡qué suerte tenemos!

      Un beso muy grande.

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  3. Mi querida Rosa, no he podido ver la canonización de los Papas por estar en la Presentación de mi libro, que gracias a Dios ha ido muy bien y he tenido la alegría de conocer varias seguidoras de mi blog.
    Espero ver las noticias esta noche y ver algo de este gran acontecimiento de la Iglesia, pero tengo dos amigas que estaban en la Plaza de San Pedro y espero que me llamen y me cuenten.
    Gracias por todo.
    Un gran beso de ternura
    Sor.Cecilia

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