domingo, 1 de junio de 2014

Caracola





Niñas recogiendo caracolas. Fernando Pedrosa


Encontré sobre la arena
una caracola blanca,
la colgué del corazón
por si el corazón sonaba.
Crucé la noche y el sueño
y con las luces del alba,
escuché a mi corazón,
pero el corazón callaba.



Mirando el mar. Fernando Pedrosa


Encadenado al silencio,
sin voz, sin sangre, sin alma,
tiré el corazón al viento
y la caracola al agua.

Canción. Victoriano Crémer



Me llamó la atención leer este poema, parece desesperanzado, casi desgarrado, pero no lo es; lanzar el corazón al viento y la caracola al agua, significa abrir la ventana a la inmensidad, nunca sabes lo que puedes hallar, quién sabe...
  
Y me encontré, por casualidad, este cuento en la Red, "Caracola de mar", lleno de ternura y delicadeza. Después de recorrer mares y mares, la pequeña estrella vuelve a casa. La voz y la sensibilidad que transmite el narrador cuando se lo cuenta a su hija, y el tono de la  niña, dulce y delicado, comunican mucho...  es la vuelta a casa...







Dedicado especialmente a los niños de la Parroquia que hoy han celebrado su Primera Comunión. Les regalamos una Biblia y un anillo de titanio, que nunca se oxida, con el Padrenuestro grabado. La ventana abierta donde encontrarán todas las respuestas...

Gracias, padre Manuel y a todos, por esta ceremonia tan bonita.
Hoy celebramos el día de la Ascensión del Señor al cielo, un cielo que no está en ninguna parte concreta, algo del cielo ya está aquí, entre nosotros, sólo basta abrir nuestro corazón, es la Pascua que nos sostiene, la Alegría que siempre perdura.

La fiesta de la Ascensión del Señor, es la fiesta de la Verdadera esperanza para los cristianos y, en general, para todos los hombres, pues, cuando Cristo envía a sus apóstoles al mundo, quiere que su mensaje llegue precisamente a todos, rotas ya las barreras y las fronteras, hasta hacer de la humanidad una sola familia salvada por la Sangre de Cristo. Cristo no sube solo, somos parte suya, por lo tanto, algo nuestro ya está en la casa del Padre, esperando nuestra vuelta para sentarnos con Él...

Su resurrección es nuestra ¡Alegría ...!





3 comentarios:

  1. Un poema bellísimo, aunque no sepamos de su autor o autora.

    Besos, querida Rosa

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  2. Bonito regalo le has dado a los niños de Primera Comunión.

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