Aspiración, Henry Ryland
En el Rosario he hallado los atractivos más dulces, más suaves, más eficaces y más poderosos para unirme con Dios.
Se dice que el Rosario es una oración repetitiva, que cansa; no existe repetición cuando se dice "te amo", cuando se pide la intercesión de María como Madre de Dios, pues cada vez ocurre es un momento distinto en el tiempo y en el espacio, y el corazón y el espíritu van sintiendo de manera diferente, revelando en cada ocasión una nueva señal de afecto.
El eminente poeta Dante la interpreta siguiendo a san Bernardo, cuando canta (1):
«Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas».
Sábado, día del Rosario bloguero. ¡Feliz día!
(1) «ROSARIUM VIRGINIS MARIAE» Carta apostólica de san Juan Pablo II sobre el Santo Rosario
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