jueves, 30 de octubre de 2014

Orar con los salmos

 
 
 
 


SALMO 138, I-II
Dios está en todas partes y lo ve todo

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.

No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;

si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.




Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.

Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra,
tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro;
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.

¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.

Dios mío, ¡si matases al malvado,
si se apartasen de mí los asesinos
que hablan de ti pérfidamente,
y se rebelan en vano contra ti!

¿No aborreceré a los que te aborrecen,
no me repugnarán los que se te rebelan?
Los odio con odio implacable,
los tengo por enemigos.]

Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.
  

 

4 comentarios:

  1. A estas horas de la noche he venido a rezar con estos Salmos que nos dejas, Rosa y que bien elegidos están.
    Los Salmos son oraciones preciosas. muy hondas, profundas y acertadas para cada ocasión.
    " Señor, Tú me sondeas..." , es como confiarse a Él, el único que nos conoce como somos.

    Gracias, querida Rosa, por este ratito de oración.

    Aunque no escriba mucho estoy bien, pero muy atareada, llevamos cuatro meses fuera de casa y se nota...

    Un beso muy fuerte.

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    1. Es un salmo maravilloso ¿verdad? Son muy hondos, profundos, dejan mucha paz.

      Me alegro de que lo reces conmigo. Qué más se puede decir de lo que este salmo nos transmite...

      Descansa y organiza todo, tú lo sabes hacer muy bien.

      ¡Mil besos!

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  2. Me ha encantado, pero sobre todo porque nos has traiso a Clarissa. Besos.

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    1. Siempre está ¿verdad?, es de esas personas que permanecen...

      Muchos besos para ti.

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