sábado, 20 de diciembre de 2014

Maestra de la Navidad

 
 
 
 
 
 
[...] “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Así nos presenta el evangelio de este domingo a María. Apertura radical, sin fronteras. Profesión de fe y ofrecimiento total. Por eso la “felicitarán todas las generaciones” (Lc 1,48). Y en esto consiste su grandeza: en su entrega inigualablemente audaz y confiada a Dios; en su acogida inigualablemente creadora del Señor, hasta el punto de ofrecerle la propia carne para que el Hijo de Dios se encarnara.
 
     Interiorizada por Dios, que la hizo su madre; e interiorizadora de Dios, convertido en su hijo. Dios es el espacio vital de María y, milagrosamente, María se convierte en espacio vital para Dios. Dios es la tierra fecunda donde se enraíza y germina María y, milagrosamente, María se convierte en espacio vital para Dios...
 
      Sin María, sin su acogida de la Palabra de Dios, la Navidad no habría sido posible. Para su gran obra Dios pulsó, llamó respetuosamente a las puertas de una joven. Y María dijo: Sí, ¡Adelante! Hágase en mí. Y se convirtió en la “puerta estrecha” (Mt 7,14) y pobre por la que entró el Hijo de Dios en nuestra casa.
 
      Ya en el umbral de la Navidad acojamos la recomendación del ángel a san José: “No temas acoger a María” (Mt 1,20) Porque ella hizo florecer la Navidad; porque es la maestra del Evangelio; porque con ella siempre estará su Hijo. Ella es la mejor compañera y maestra de la Navidad.
 
Domingo J. Montero Carrión, OFMCap
 
 
Viene el Señor...
 
 

Sábado, día del Rosario bloguero.

 
 
 
 

4 comentarios:

  1. Rosa, te deseo una santa y feliz Navidad.
    Que el contemplar a Jesús y María, al lado de José, sean nuestro gozo profundo.
    En la Cueva santa nos damos cita.
    Un abrazo navideño, lleno de ternura.

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    1. Gracias por la palabra gozo, que es más íntima, más profunda que la alegría ¿verdad? Santa Teresa siempre hablaba del gozo.

      Feliz y santa Navidad para ti también, querida amiga y gracias por tu compañía que es tan valiosa para mí.

      Un beso, con mucho cariño y ternura.

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  2. Querida Rosa,
    vengo a desearte una feliz navidad junto a tus seres queridos.

    Un gran abrazo

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    1. Gracias, querida Verónica, lo mismo te deseo: ¡Feliz Navidad!

      Un beso.

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