sábado, 3 de enero de 2015

El sosiego

 
 
 
Virgen María con el Niño y san Juan Bautista. W.A. Bouguereau
 
 
"La humildad es a las otras virtudes lo que la cadena en un rosario. Quite la cadena y las perlas se encuentran dispersas; retire la humildad y todas las virtudes desaparecen".
 
San Juan Vianney (Santo cura de Ars)

 
 
"El origen histórico del rosario se remonta a la Edad Media, una época en la que las oraciones normales eran los salmos. Pero por entonces muchas personas no sabían leer, lo que les impedía participar en los salmos bíblicos. Por eso se buscó un salterio para ellas, y se halló en la oración a María con los misterios de la vida de Jesucristo ensartados a modo de perlas de un collar.

Afectan al que reza de una forma meditativa, en la que la repetición tranquiliza el alma, y aferrarse a la palabra, sobre todo a la figura de María y a las imágenes de Cristo que pasan ante uno mientras tanto, sosiega y libera el alma y le concede la visión de Dios.

De hecho, el rosario nos integra en ese saber primitivo en el que la repetición forma parte de la oración, de la meditación, en el que la repetición significa una forma de adentrarse en el ritmo del sosiego. Lo que importa no es tanto seguir con esfuerzo cada palabra de manera racional, sino todo lo contrario: dejarse llevar por la calma de la repetición, por lo cadencioso. Máxime teniendo en cuenta que no se trata de palabras vacías. Traen a mis ojos y a mi alma grandes imágenes y visiones y, sobre todo, la figura de María, y a través de ella la de Jesús.
 
 

 
Esas personas de las que hablábamos tenían que trabajar duramente. Al rezar, no podían emprender además grandes rutas intelectuales. Al contrario, necesitaban una oración que las tranquilizase, que las distrajera, que volviera a arrancarlas de sus preocupaciones y les mostrara el consuelo redentor. Creo que esa experiencia primitiva de la historia de las religiones, la de la repetición, del ritmo, de la palabra común, del coro que me lleva y se eleva y llena el espacio, que no me atormenta sino que me tranquiliza, consuela y libera; esa experiencia primitiva se ha cristianizado aquí por entero en el contexto mariano y en la aparición de la figura de Cristo al hacer rezar a las personas con enorme sencillez, enterándose al mismo tiempo del rezo, trascendiendo el ámbito intelectual al adentrarse el alma en las palabras.

Lo rezo (el rosario) con gran sencillez, igual que lo hacían mis padres. A los dos les encantaba el rosario. Y mucho más a medida que envejecían. Cuanto más envejece uno, menos esfuerzos intelectuales se pueden hacer, y más se necesita un refugio interno y adentrarse en la oración de la Iglesia. Así que yo lo rezo tal como lo rezaban ellos". 


Papa emérito Benedicto XVI
 
 
Sábado, día del Rosario bloguero.
 
 
 
 
 
 

8 comentarios:

  1. Qué belleza de imágenes y las palabras del Papa Benedicto.
    Gracias. Siempre haces unas entradas tan bonitas y delicadas...
    Espero que el año 2015 vaya bien y el Señor te siga guiando.
    Un abrazo.

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    1. Gracias a ti, querida amiga.

      Lo mismo te deseo, un feliz y santo año.

      Un beso grande.

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  2. Sin humildad todo se queda hueco.
    Qué gran verdad..
    Querida Rosa, te deseo un año nuevo lleno de plenitud.

    Besos

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    1. Así es.

      Lo mismo te deseo, querida Verónica.

      Un beso grande.

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  3. Te reenvío esto, espero que te guste
    EL DON DE LA PALABRA
    Bendito seas, Señor, por el don de la palabra que nos has dado.
    Gracias a él podemos comunicarnos, dialogar,
    participar,preguntar y responder,
    expresar nuestros sentimientos, susurrar y gritar,
    salir de nosotros, abrirbnos al mundo, a los hermanos y a ti.

    Bendito seas, Señor, por el don de la palabra que nos has dado,
    para que poetas y cantantes nos alegren con sus poemas y voces;
    para que los más pobres y débiles tengan siempre gratis voz
    para expresar sus necesidades y profetizar tu nombre.

    Benditos seas, Señor, por el silencia que nos ofreces
    para que podamos escuchar
    el eco de las palabras que esperamos;
    para que podamos tener tiempo
    de pensar y controlar nuestras ideas;
    para que podamos balbucir palabras llanas
    que intuyan y revelen tu misterio.

    Bendito seas, Señor, por haberte hecho Palabra encarnada,
    palabra que nosotros podemos concebir
    y así poder conocer y saborear.

    Bendito seas, Sñor, porque eres palabra entendible,
    palabra de nuestra historia,
    palabra viva, palabra implicativa,
    palabra de buena noticia
    siempre nueva y abierta.

    Ulibarri, Fl.


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    1. ¡Precioso! Gracias, querida Tracy.

      Gracias, Señor, por todo.
      Gracias, Señor, por la presencia de Tracy en mi vida.

      ¡Un beso fuerte!!!

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  4. Una de las oraciones más queridas para mi. Feliz año nuevo y un abrazo!

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    1. También para mí.

      ¡Feliz Año para ti también!

      Un beso.

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