martes, 19 de mayo de 2015

Un sistema maravilloso ...

 
 



"Tienes que enterarte que a las personas no solamente las atan las palabras, los juramentos y las promesas; y que ni siquiera son los sentimientos y las simpatías los que rigen las relaciones humanas.
Hay algo diferente, una ley más severa, más dura, que determina si dos personas están ligadas o no.

Yo conocía esa ley. La conocía incluso hace veinte años.

La ley de la vida dicta que acabemos lo que un día empezamos. No es precisamente un motivo de alegría. En la vida nada llega a tiempo, la vida nunca te da nada cuando lo necesitas. Durante largos años nos duele ese caos, esa demora, pensamos que alguien está jugando con nosotros, sin embargo un día nos damos cuenta de que todo ha ocurrido determinado por un orden perfecto, encajado en un sistema maravilloso...

Dos personas no pueden encontrarse antes de estar maduras para su encuentro... obedeciendo la ley irrevocable de sus destinos, de sus estrellas, de la misma manera que se encuentran dos astros, en la infinitud del universo, con una exactitud perfectamente determinada, en el instante previsto, en el instante que pertenece a los dos, en la infinitud del espacio y del tiempo..."

Sándor Marai, La herencia de Eszter
 
 
 

 
 

 
 

4 comentarios:

  1. Conforme iba leyendo, me iba sonando lo que se decía en el texto, pero nunca leo el nombre del autor antes que sus palabras, al final...¡claro! Sándor Maray, todo lo que he leído de él me ha gustado muchísimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también, me recuerda a Thomas Mann y a Stefan Zweig.
      Este fragmento me encantó.

      Un beso fuerte.

      Eliminar
  2. No me gusta sentirme eslabón...

    Grrrrrrrrrr

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que sí lo somos, pero eslabones libres, todo obedece a un orden perfecto...

      Tú gruñe, gruñe, que lo que es, es ...

      Un beso, Toro.

      Eliminar