jueves, 7 de enero de 2016

Atardecer en la catedral




 La catedral de Santa María de León reflejada en un charco de la Plaza de Regla.
 J. A. Alcalde


¿Quién dijo que en un día de lluvia no se pueden hacer buenas fotos?



Por las calles desiertas, nadie. El viento
y la luz sobre las tapias
que enciende los aleros al sol último.
Tras una puerta se queja el agua oculta.
Ven a la catedral, alma de soledad temblando.
Cuando el labrador deja en esta hora
abierta ya la tierra con los surcos,
nace de la obra hecha gozo y calma.
Cerca de Dios se halla el pensamiento.
Algunos chopos secos, llama ardida
levantan por el campo, como el humo
alegre en los tejados de las casas.
Vuelve un rebaño junto al arroyo oscuro
donde duerme la tarde entre la hierba.
El frío está naciendo y es el cielo más hondo.
Como un sueño de piedra, de música callada,
desde la flecha erguida de la torre
hasta la lonja de anchas losas grises,
la catedral estática aparece,
toda reposo: vidrio, madera, bronce,
fervor puro a la sombra de los siglos.
Una vigilia dicen esos ángeles
y su espada desnuda sobre el pórtico,
florido con sonrisa por los santos viejos,
como huerto de otoño que brotara
musgos entre las rosas esculpidas.



Nuestra Señora la Blanca (Capilla de la piedad o de los dolores).
 Juan Bautista Vázquez “el Viejo". Catedral de Ávila


Aquí encuentran la paz los hombres vivos,
paz de los odios, paz de los amores;
olvido dulce y largo, donde el cuerpo
fatigado se baña en las tinieblas.
Entra en la catedral, ve por las naves altas
de esbelta bóveda, gratas a los pasos
errantes sobre el mármol, entre columnas,
hacia el altar, ascua serena,
gloria propicia al alma solitaria.
Como el niño descansa, porque cree
en la fuerza prudente de su padre;
con el vivir callado de las cosas
sobre el haz inmutable de la tierra,
transcurren estas horas en el templo.
No hay lucha ni temor, no hay pena ni deseo.
Todo queda aceptado hasta la muerte
y olvidado tras de la muerte, contemplando,
libres del cuerpo, y adorando,
necesidad del alma exenta de deleite.



Catedral de Zamora


Apagándose van aquellos vidrios
del alto ventanal, y apenas si con oro
triste se irisan débilmente. Muere el día,
pero la paz perdura postrada entre la sombra.
El suelo besan quedos unos pasos
lejanos. Alguna forma, a solas,
reza caída ante una vasta reja
donde palpita el ala de una llama amarilla.
Llanto escondido moja el alma,
sintiendo la presencia de un poder misterioso
que el consuelo creara para el hombre,
sombra divina hablando en el silencio.
Aromas, brotes vivos surgen,
afirmando la vida, tal savia de la tierra
que irrumpe en milagrosas formas verdes,
secreto entre los muros de este templo,
el soplo animador de nuestro mundo
pasa y orea la noche de los hombres.

Luis Cernuda





5 comentarios:

  1. Sí, es muy emotiva la poesía de Cernuda. En los numerosos charcos que producen la lluvia, se reflejan los diversos magnificos monumentos de nuestras ciudades, a mi me gusta deleitarme con esas vistas y las hojas de los árboles lucen de verde intenso limpias, el olor a tierra mojada también tiene su atractivo y el sonido de la lluvia es como una "música" con encanto, gracias Rosa, una entrada preciosa. Enhorabuena...
    Un beso.

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    1. "Como un sueño de piedra, de música callada", "soplo animador de nuestro mundo ..." Es un poema muy hermoso, me parecen preciosas las metáforas, conducen a contemplar.
      Las catedrales son bellísimas, verdaderas catequesis en piedra. Me encantan.
      Y también pasear y mirar los charcos, el aroma de la lluvia, sí, el olor a tierra mojada. Es un encanto, sí ...
      "Como si el mundo fuera nuevo ...", rezan unos versos maravillosos de Toro Salvaje.

      Gracias a ti, Maite, es un comentario entrañable. Muy bonito.
      Un beso. ¡Feliz atardecer!

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    2. Perdona, Mari Carmen, no Maite.

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  2. Pero Rosa...cuántos blogs tienes!
    :O

    Mucho sentir en este post.
    La primera foto me gusta especialmente,recuerdo esa plaza como muy bonita...y me tomé allí un helado de mandarina que había comprado cerca.
    ; )

    "Como si el mundo fuera nuevo..." cómo olvidar esa frase?

    Besos y buen fin de semana.

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    1. :)
      ¡Hola, Carmen!
      Es una larga historia, comencé a lo tonto, como un ejercicio de TIC; se me ocurrió abrir uno con recetas de mi madre, pero no tenía intención de seguir. Después vinieron los otros blogs, también de la misma forma, solo eran ejercicios. De las primeras que llegó como seguidora fue Tracy. Y poco a poco fui conociendo personas estupendas. Y seguí ... hasta hoy ...
      No tengo mucho tiempo, pero procuro venir.

      Jajaja, qué bonito recuerdo, me alegro que conozcas esta plaza, es verdad que es muy bonita :)

      Estos versos de Toro son inolvidables, es verdad, siempre los recuerdo.
      Me alegro mucho de verte, Carmen.
      Un beso y buen fin de semana.

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