sábado, 8 de septiembre de 2018

Natividad de María







"María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón" (Lc 2, 19)



El espectáculo más hermoso que un pueblo puede ofrecer es, sin duda, el de su fe. En este momento soy testigo de una conmovedora manifestación de la fe que os anima, y ante todo quiero expresaros mi admiración. Acogí de buen grado la invitación a venir a vuestra bellísima isla con ocasión del centenario de la proclamación de la Virgen de Bonaria como vuestra patrona principal. Hoy, juntamente con el espectáculo de la estupenda naturaleza que nos rodea, me ofrecéis el de la ferviente devoción que albergáis hacia la santísima Virgen. ¡Gracias por este hermoso testimonio! Estamos en el día del Señor, el domingo, pero, dada la circunstancia particular, la liturgia de la Palabra nos ha propuesto lecturas propias de las celebraciones dedicadas a la santísima Virgen. En concreto, se trata de los textos previstos para la fiesta de la Natividad de María, que desde hace siglos se ha fijado el 8 de septiembre, fecha en la que en Jerusalén fue consagrada la basílica construida sobre la casa de santa Ana, madre de la Virgen. Son lecturas que contienen siempre una referencia al misterio del nacimiento. Ante todo, en la primera lectura, el estupendo oráculo del profeta Miqueas sobre Belén, en el que se anuncia el nacimiento del Mesías. El oráculo dice que será descendiente del rey David, procedente de Belén como él, pero su figura superará los límites de lo humano, pues "sus orígenes son de antigüedad", se pierden en los tiempos más lejanos, confinan con la eternidad; su grandeza llegará "hasta los últimos confines de la tierra" y así serán también los confines de la paz (cf. Mi 5, 1-4). 

Para definir la venida del "Consagrado del Señor", que marcará el inicio de la liberación del pueblo, el profeta usa una expresión enigmática: “Hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz" (Mi 5, 2). Así, la liturgia, que es escuela privilegiada de la fe, nos enseña a reconocer que el nacimiento de María está directamente relacionado con el del Mesías, Hijo de David. El evangelio, una página del apóstol san Mateo, nos ha presentado precisamente el relato del nacimiento de Jesús. Ahora bien, antes el evangelista nos ha propuesto la lista de la genealogía, que pone al inicio de su evangelio como un prólogo. También aquí el papel de María en la historia de la salvación resalta con gran evidencia: el ser de María es totalmente relativo a Cristo, en particular a su encarnación. "Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo" (Mt 1, 16). Salta a la vista la discontinuidad que existe en el esquema de la genealogía: no se lee "engendró", sino "María, de la que nació Jesús, llamado Cristo". Precisamente en esto se aprecia la belleza del plan de Dios que, respetando lo humano, lo fecunda desde dentro, haciendo brotar de la humilde Virgen de Nazaret el fruto más hermoso de su obra creadora y redentora.






Ave María, Franz Schubert






6 comentarios:

  1. Ayer fue fiesta en mi pueblo: nuestra patrona la Virgen de la Antigüa.
    También este mes de septiembre celebramos el IV Centenario de la Beatificación de Santo Tomás de Villanueva.
    Una de las citas que más me gustan del Evangelio, Rosa.
    La música es increíble. Tu regreso está siendo muy hermoso.
    Te doy las gracias, tú también eres muy especial para mí.
    Muchos besos y feliz domingo

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    1. No conozco esa advocación de la Virgen de la Antigüa, la miraré ...
      Espero que lo pasaras muy bien.
      Tampoco conozco a santo Tomás de Villanueva, miro ...
      A mi también, Maite, es una de las citas que más me gustan, el silencio de María, su corazón de Madre.
      El "Ave María" de Schubert emociona :)

      Gracias a ti, querida amiga. Siempre.
      Una delicia y sentimientos profundos los que me ha deparado el blog, cualquiera de ellos. Nunca lo pude imaginar. En todos los sentidos, religiosos, humanos ... increíble ...
      Doy gracias a Dios y a nuestra Madre :)

      Un beso y ¡feliz domingo!!!
      ¡Gracias!

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  2. El Ave María siempre me emociona, aunque no soy creyente, pero me eleva.
    Precioso interpretado a violín, uno de mis instrumentos favoritos. Regalazo me has hecho :)

    Besos, querida Rosa.

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    1. Sí, eleva, coincido contigo.
      Parece que se escucha por primera vez.

      Un beso, querida Verónica.

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