sábado, 13 de octubre de 2018

Nocturno







Como la niña no tenía dinero
para comprarse un diábolo,
encerró en una herrada llena de agua
a la luna llena.
Su madre dijo luego junto al pozo:
"¿Qué es lo que hace aquí este plato de plata,
en el agua de beber de las gallinas?",
y arrojó, irritada, el cubo al suelo,
y derramóse el agua
de manera
que la niña y sus amigas
pudieron recoger, unos tras otros,
botones de oro, nácar,
prendedores de pelo, ajorcas y pulseras,
como los de las princesas de los cuentos.

José Jiménez Lozano





10 comentarios:

  1. Todo un tesoro en la imaginación.
    Es un poema mágico.

    Besos.

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    1. Sí, es verdad, es mágico.
      :)

      Un beso, Toro.
      Feliz domingo.

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  2. Qué precioso.
    Y la imagen, tan delicada.
    Un beso, Rosa

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  3. Parece un cuento.
    Qué bonito, Rosa.
    Muchos besosssss

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    1. Sí, esa sencillez, esa calidez, esa alegría que nace de la simplicidad.
      Poesía pura.
      Un hombre sabio.

      Muchos besos, Maite.

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  4. Qué preciosidad de poema, lleno de magia!!!
    La mirada de los niños que ven lo que los adultos, en su realidad perpetua se pierden.

    Besos, querida Rosa.

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    1. :)
      Sí, se puede mirar sin ver.
      Como Jiménez Lozano dice: "Porque la condición de poder acercarnos a la hermosura es un estado de delicadeza, como una respetuosa atención y descalcez".
      ¿Qué es lo más laborioso? Lo que parece fácil: poder ver con los ojos lo que a la vista tienes, decía también Goethe.

      Un beso, querida Verónica.

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