martes, 13 de febrero de 2024

Corriendo van por la vega

 

Panteón Real, Real Colegiata de San Isidoro, León

Alfonso IX de León


Corriendo van por la vega
A las puertas de Granada
Hasta cuarenta gomeles
Y el capitán que los manda.
   Al entrar en la ciudad,
Parando su yegua blanca,
Lo dijo éste a una mujer
Que entre sus brazos lloraba:
   -Enjuga el llanto, cristiana,
No me atormentes así,
Que tengo yo, mi sultana,
Un nuevo Edén para ti.
   Tengo un palacio en Granada,
Tengo jardines y flores,
Tengo una fuente dorada
Con más de cien surtidores.
   Y en la vega del Genil
Tengo parda fortaleza,
Que será reina entre mil
Cuando encierre tu belleza.
   Y sobre toda una orilla
Extiendo mi señorío;
Ni en Córdoba ni en Sevilla
Hay un parque como el mío.
   Allí la altiva palmera
Y el encendido granado,
Junto a la frondosa higuera
Cubren el valle y collado.
   Allí el robusto nogal,
Allí el nópalo amarillo;
Allí el sombrío moral
Crecen al pie del castillo.
   Y olmos tengo en mi alameda
Que hasta el cielo se levantan,
Y en redes de plata y seda
Tengo pájaros que cantan.
   Y tú mi sultana eres;
Que desiertos mis salones,
Está mi harén sin mujeres,
Mis oídos sin canciones.
   Yo te daré terciopelos
Y perfumes orientales,
De Grecia te traeré velos,
Y de Cachemira chales.
   Y te daré blancas plumas
Para que adornes tu frente,
Más blancas que las espumas
De nuestros mares de Oriente;
   Y perlas para el cabello,
Y baños para el calor,
Y collares para el cuello;
Para los labios.... ¡amor!-
   -¿Qué me valen tus riquezas,
Respondióle la cristiana,
Si me quitas a mi padre,
Mis amigos y mis damas?
   Vuélveme, vuélveme, moro,
A mi padre y a mi patria,
Que mis torres de León
Valen más que tu Granada.-
   Escuchóla en paz el moro,
Y manoseando su barba,
Dijo, como quien medita,
En la mejilla una lágrima:
   -Si tus castillos mejores
Que nuestros jardines son,
Y son más bellas tus flores,
Por ser tuyas, en León,
   Y tú diste tus amores
alguno de tus guerreros,
Hurí del Edén, no llores,
Vete con tus caballeros.-
   Y dándola su caballo
Y la mitad de su guardia,
El capitán de los moros
Volvió en silencio la espalda.

José Zorrilla (1817-1893)
La Historia del Reino de León: El nacimiento


La gloria de los reyes (de León) en el pórtico de la Gloria (de Compostela)





2 comentarios:

  1. ¡Madre mía, Rosa! Cuánto por descubrir. El otro día leía lo importante que es la historia para que la humanidad conozca sus orígenes y su destino. ¡Qué poca importancia le hemos dado y le están dando! Me parece interesantísimo. Gracias por compartir. Abrazos

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    Respuestas
    1. Sí, Maite, muy importante.
      Sí, y demasiada manipulación ideológica, pero la verdad histórica, tarde o temprano, sale a la luz, un auténtico historiador huye del engaño.

      Gracias a ti.
      Un abrazo, Maite.

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