tranquila residencia; no usaré tus seguros
y cortos pasadizos;
nunca reposaré en tu galería
bajo el pálido rayo de sol del jubilado.
Irremediablemente poeta, yo prefiero
vivir a la intemperie,
allá donde la vida siempre siga
resultándome extraña;
yo prefiero morder manzanas verdes,
acariciar el tronco incalculable
de un olivo, mirar pasar las nubes,
mirar
pasar
las nubes:
hermanarme
con la magia de todo lo que existe
y aprender que es inmenso lo que puede decirnos cada hierba.
Miguel d'Ors
Dmitri Shostakovich- Concierto para piano n°2: II. Andante
Leonard Bernstein
Maravilloso!
ResponderEliminarDe "Ciego en Granada" (1975), y figura también en "Poesías completas" (2019), que releo, llega al alma...
Eliminar¡Coincido!, sabiduría y hondura, y esos versos a modo de caligrama, hermanar(se) con todo lo que existe, que recuerdan a san Francisco...
"y aprender que es inmenso
lo que puede decirnos cada hierba".
Es precioso.
Un beso fuerte, Tracy.
Extraordinario, como siempre, mi querida amiga. Agradecida.
ResponderEliminarBesos
Sí, y releerlo en la montaña :)
EliminarGracias a ti, Maite.
Un beso.