domingo, 17 de noviembre de 2013

Sí a la vida




Madre e hijo. Brian T. Kershisnik
 

Al cardenal Ratzinger, nuestro actual Papa emérito, le hizo esta pregunta el periodista Peter Seewald:

Pregunta: La Iglesia, el Papa, se oponen siempre con mucha vehemencia a cualquier medida “que de una u otra forma promueva el aborto, la esterilización y también la anticoncepción”. Esos hechos lesionan la dignidad del hombre como imagen de Dios y socavan el fundamento de la sociedad. De lo que se trata, básicamente, es de la protección de la vida. Pero, en ese caso, ¿por qué insiste tanto la Iglesia en defender la pena de muerte “sin excluirla”, como un “derecho del Estado”, como dice el Catecismo?

Respuesta del cardenal: Cuando la pena de muerte es legal, lo que se hace es castigar a un sujeto que ha cometido un delito comprobado de extrema gravedad, y que, además, pueda ser un peligro para la paz social; es decir, se castiga a un culpable. En un aborto, en cambio, se aplica la pena de muerte a una persona absolutamente inocente. Son dos cosas totalmente diferentes que no admiten comparación.

Lo que ocurre es que muchos ven al niño no nacido como un injusto agresor que “va a disminuir mi espacio vital”, “se entrometerá en mi vida”, y al que, por tanto, hay que castigar como a un injusto agresor. Pero ese es el punto de vista de los que no ven al niño como una creación de Dios, no lo ven creado a imagen de Dios y con derecho a la vida; todavía no ha nacido y ya lo ven como a un enemigo o a un inoportuno sobre el que se puede disponer. Pienso que esto sucede porque no se es consciente de que un hijo concebido ya es un ser, ya es un individuo…Si olvidamos este principio, que el hombre en cuanto hombre está bajo la protección de Dios, y no a merced de nuestro arbitrio, si olvidamos esto, estamos olvidando el verdadero fundamento de los derechos humanos.


“La sal de la tierra”, Ediciones Palabra, Madrid 1997, pág. 220-221







Me hago eco de las palabras que aparecen en  Blogueros con el Papa:

Todo el mundo mira a España con esperanza. Sí, con una esperanza porque juntos - si seguimos trabajando duro para influir en la opinión pública y en el Gobierno - podemos conseguir que el derecho a la vida triunfe en nuestro país. Ese es el mensaje que te dirige el gran defensor del derecho a vivir de todos, el famoso actor Eduardo Verástegui, junto al cortometraje que te envío ahora: Crescendo.

En este DVD podrás revivir la apasionante historia -real- de una madre con tuberculosis que en unas circunstancias muy duras perdió a su primer hijo apenas fue bautizado. El destino hizo que esta mujer volviera a quedar embarazada y que su dramática situación personal (su marido alcohólico la maltrataba) le empujara a querer abortar.

Afortunadamente al final decidió seguir adelante con su maternidad y, hoy en día, la humanidad puede disfrutar de uno de los mejores músicos de la historia. Este es un claro ejemplo de cómo en la vida, a veces, las notas discordantes pueden transformarse en notas armónicas para crear una nueva sintonía.

Y ese es el reto que tanto tú como yo, como nosotros y como toda la sociedad española tenemos delante: ayudar a miles de mujeres en dificultades a seguir adelante con su embarazo, para que puedan crear una nueva sinfonía a favor de la vida.

Creemos y estamos seguros de que podemos derogar la ley del aborto y conseguir que se apruebe una ley que proteja el derecho a la vida. Además, el ministro de Justicia y la vicepresidenta del Gobierno han afirmado en repetidas ocasiones que esta reforma está en su agenda. El problema es que parece que solo está en su agenda y nunca lo convierten en un proyecto de ley concreto.

Pero está en nuestra mano exigir al actual Gobierno que apruebe cuanto antes el proyecto de ley de la reforma del aborto tan anunciado, que no acaba de llegar. Y que ese proyecto sirva de verdad para proteger la vida de todos los seres humanos, y no sea una nueva ley de aborto ligeramente retocada.


Derecho a vivir


Blogueros con el Papa apoya esta marcha y se une, tanto en la presencia de todos aquellos que se hacen presente en las diferentes marchas que se realizan, como las que no pudiendo asistir se unen espiritualmente a las mismas. De todas formas nuestras oraciones estarán pidiendo luz a los hombres para que reconozcan que la vida es un derecho inviolable de toda persona humana.


 

1 comentario:

  1. Gracias a Dios hay muchas voces importantes que dan el SÍ A LA VIDA, parece que no se consigue nada, pero seguiremos dando testimonio y defendiendo a los más indefensos de los inocentes. ¿Cómo va a ver justicia en la tierra si se sigue matando impunemente a los niños?
    Un beso enorme, como siempre de madrugada.

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