martes, 19 de noviembre de 2013

Sonidos del silencio




 

Qué bien suena tu voz en el silencio.
Qué lucidez, qué dulzura, qué clara.
Remanso de quietud,
invitación a la reflexión,
elocuente decir insinuado,
siempre velado, siempre velado.
Cómo impresiona tu silencio, Señor;
silencio de entrega,
silencio de espera,
silencio de Dios.
 
Cuánto provecho causa tu silencio…
Vienen a la mente las victorias vividas,
las derrotas sufridas,
las vigilias cansadas,
las alegrías encausadas, 
los triunfos conseguidos…
Y la vida: su pasado, su presente
y su futuro…


 

Y Tú en silencio, pero siempre al lado.
Tú en silencio, mas acompañando.
Tú en silencio; fiel, fiel, fiel; siempre fiel.
¿Cómo no va a estremecerme tu silencio?
¿Cómo no va a ser fuente de cuestionamientos?:
¿a dónde voy, por qué existo,
de dónde vengo y para qué vivo?



 
Pero en Ti
-¡ay, cómo escucho tus gritos!-
todo esto tiene un sentido.
Señor de la boca callada;
Señor de las palabras tan amplias;
Señor de la voz disimulada;
Señor de cara blanca:
¡luna llena eucarística!
Y si esto me dices en silencio, 
qué sería si de la otra forma hablaras.

Jorge Enrique Mújica





8 comentarios:

  1. Muy bonito, muchas gracias. Un abrazo en el silencio

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  2. Sencillamente precioso.
    Hagamos silencio.
    Un arazo

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  3. Precioso poema e imágenes. ¡Qué necesario es el silencio en este mundo ruidoso! ...y qué miedo le tienen algunos.

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  4. Precioso Rosa.El silencio es muy importante para el encuentro con el Señor.
    ¡Gracias querida amiga! Un abrazo muy fuerte. Bendiciones!!!

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  5. Ese silencio cantado por Jorge Enrique, es maravilloso, que Dios nos hable es la razón de nuestra existencia, con palabras o sin ellas.

    Pero, Rosa, tengo que dar gracias a Dios o a internet que en estos momentos me ha permitido entrar a leerte y comentar porque llevo un día en que no he podido conectar con nada ni nadie.
    Que contenta estoy!!
    Un beso muy grande

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  6. Preciosas palabras para leerlas en el silencio más absoluto.

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