sábado, 11 de abril de 2015

Solo vivir

 




Para que una cosa sea verdadera es preciso, además de ser verdadera, que entre en nuestra vida. Porque la verdad no es algo que uno pueda tener, solo vivir.
 

Una bella reflexión a través de la obra de Christian Bobin:
 
Christian Bobin nace el 24 de abril de 1951 en Le Creusot, Francia, en el seno de una familia modesta. Su padre era profesor de dibujo. Fue una figura muy importante en su vida. Tiene más de 50 libros publicados.
 
Cuando pensamos en Dios le situamos en “lo más alto”, sin embargo, Bobin le sitúa en “lo más bajo” (Lo Bajísimo es uno de sus libros sobre S. Francisco de Asís), en los ojos del recién nacido o en el vientre del petirrojo. Dice que Dios es un gran artista  que trabaja a veces a través de intermediarios. Prefiere hablar de los nombres de Dios que del nombre de Dios. Afirma que hay dos maneras de proteger un amor: no hablar nunca de él, o como hacen algunos poetas enamorados, coger todos los nombres y se los dan a su amor. Por eso la rosa, las nubes, los árboles, los ríos, el dolor y la alegría son nombres de Dios.
Sabe que esta vida es limitada, sabe que todo lo que pasa tiene un principio personal.
 
Cuenta una anécdota que le sucedió cuando era estudiante de enfermería en un psiquiátrico. Se le acercó un paciente y le dijo “Yo te conozco” “Tú eres Dios”. A lo que él respondió “Lo siento. No soy Dios”. Considera que fue una respuesta débil ya que la vida te está echando rápidamente las cartas y tienes que jugar la partida. Hoy en día, contestaría: “Sí y usted también. Lo soy pero no más que usted”. No se lo diría por ser alguien enfermo, frágil y vulnerable,  sino porque “reconozco en la fragilidad los ojos de Dios. Le reconozco en todas partes. No sólo en los frágiles, sino también en la tristeza del poderoso, en los ojos del rey o del ministro. Cuando pienso en el poder creo que es una miseria pensar que tenemos poder sobre los otros. Es una miseria real. Hoy le diría “sí” al enfermo porque en el fondo era clarividente. Eso que llamamos Dios se puede presentar por todas partes. Es justo la persona que hace el gesto necesario. La presencia que esclarece o que contraría- No se puede atrapar a Dios pero nos lleva a hacer una relectura de todo el follaje de la vida.
 



  
 
L´Homme Iconoclaste (El hombre iconoclasta): "Tener ojos de oro significa conocer de golpe, inmerecidamente, todo el esplendor de esta vida. Es saber que todo es sol que atraviesa las sombras de esta vida para reconocer lo que es verdadero en nuestro corazón. El sol es el que da claridad, por lo tanto tener los ojos dorados significa reconocer toda la generosidad que hay en esta vida".
 
La Parte Manquante (Lo que falta): "En la foto que ilustra la portada de este libro se ve a una madre de espaldas, con su hijo y lo que falta es el rostro. S. Francisco de Asís dice que las madres nos acercan a Dios.  Lo dice de una forma muy bella: El paraíso está debajo del pie de una madre. Solo hace falta que el pie no sea muy pesado. Nos falta el rostro de Dios, que es el Amor más grande. No tiene otra cara que  nuestra palabra".
 
   
   
 
La poesía es la flor del pensamiento. Es el estadio más alto y el más frágil. Vivir es buscar el sentido de la vida, no encontrarlo nunca pero tener el ojo regocijado en un resplandor  de verdad. Y nada da más alegría que la simplicidad ardiente de los Evangelios. La vida somos tú y yo, estamos cara a cara y Dios nace en cada encuentro. El sentido de la vida se produce constantemente y sólo depende de nuestra respuesta.
 
Para mí Dios es ese padre todo poderoso y paternal. Me viene la figura de mi padre: sus ojos eran como los de un panadero que fabrica buen pan sin parar. Era un padre que nutría. Ese padre poderoso es el que nos alimenta y nos eleva, que se da en vez de imponer. Es el Dios de la Biblia. Mi padre tenía Alzheimer y aunque se olvidara de los nombres, yo era aquél  a quien él no olvidaba nunca y su mujer,  la mejor. A través del corazón había guardado la memoria y el corazón estaba más vivo que nunca. He visto a Dios en las casas de los enfermos de Alzheimer, personas extremadamente bellas. El padre que antes visitaba a los enfermos, a los necesitados y era “el más alto”, con la enfermedad se convierte en  “lo más bajo, lo más pequeño”. El amor de la persona no se va, no pasa y su valor es inestimable.
 
¿Por qué escribir con un rotulador negro? Es el color que más me gusta porque es el que más resalta en una página en blanco. El pasado es inesperado. La vida nunca está hecha del todo. El hoy reescribe el ayer. Hoy quiero más a mi padre que ayer. Mi padre sigue vivo. Se ha reunido en el fuego que le creó. La hoja en blanco es la puerta del paraíso y la llave para abrirla es el rotulador. Al escribir abro y reabro algo. Escribir es dibujar una puerta infranqueable para luego abrirla. Adoro el ruido del rotulador sobre la hoja y lo compara con el ruido de las pisadas en la nieve recién caída.
 
Joyeux les tristes (Bienaventurados los tristes): "Me cuesta sonreír. Intento cada día superar la melancolía. Pero la vida está llena de contradicciones, y si quieres la vida tienes que aceptar la muerte. Creo absolutamente en la resurrección. Un día rozaremos un segundo el paraíso y ya no saldremos más".
 
Christian Bobin
Traducción: Teresa Campoamor
 
 
Sábado, día del Rosario bloguero.

 

 

8 comentarios:

  1. Querida Rosa, muchos Maestros hinduistas dicen que todos somos Dios.
    La respuesta que le daría hoy a ese enfermo denota que ha comprendido algo importante; por lo tanto, ha trascendido.

    Besos!!!

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    1. Sí, pero él lo dice en el sentido de que Dios habita en nosotros, que ve en la fragilidad del enfermo a Dios, ve a Dios en todo, pero no dice que el hombre y Dios son lo mismo
      Todos nosotros, por medio de la gracia divina, nos volvemos ´dioses´, lo que no significa que somos iguales a Dios. La gracia vive en nosotros, Dios vive en nosotros por medio de ella, pero no se confunde con nosotros. Decía san Pablo: "Ya no soy yo que vivo, sino es Dios que vive en mí!". Si fuesen la misma persona, el diría algo muy diferente: "Yo ya me iluminé y descubrí que soy igual a Dios".

      El hinduismo tiene elementos variadísimos, una mitología de miles de dioses y carece de un cuerpo único de doctrina o culto. No es raro, estudiando en conjunto esta religión, que muchos elementos no coincidan o se contradigan entre sí.

      Bobin es cristiano y por tanto lo dice desde el cristianismo, como un Dios Padre de todos, el Dios de la Biblia.

      Su respuesta sí es trascendente. Dios está en todos y en todo.

      Es también poeta.

      ¡Un beso!

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    1. Sí, sus libros incitan a la reflexión, es muy interesante.

      Un beso fuerte.

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  3. Que bonitas tus entradas!!
    Gracias por compartir.
    DTB!!

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  4. He cambiado la dirección de mi blog ahora es http://caminandohacialavida1.blogspot.mx
    Saludos, muchas gracias!!

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    1. Querida María, ¡¡¡qué alegría verte!!!, te recuerdo siempre con muchísimo cariño.

      Gracias por facilitarme la dirección nueva.

      DTB!!!, querida María.
      ¡Gracias a ti!!!

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  5. Qué entradas tan profundas. Muchas gracias.

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