Entrada de Jesús en Jerusalén, Giotto di Bondone
—Os digo que si éstos callan gritarán las piedras.
Lc 19,28-40
“Una vez crucificado el Señor, ya que callaron sus conocidos por el temor que tenían, las piedras y las rocas le alabaron, porque, cuando expiró, la tierra tembló, las piedras se rompieron entre sí y los sepulcros se abrieron”.
Beda, Catena Áurea.
Canto Gregoriano: Hosanna Filio David