Sí, es un fresco de la Capilla del Milagro del Sacramento (1476), Iglesia de San Ambrosio (Florencia).
Lo mismo opino del fresco. Fresco presente en la Basílica. Está representado el primer Milagro de 1230 en el que el sacerdote Uguccione lleva la Sangre en procesión, es uno de los detalles que aparecen.
En Florencia, en esta Iglesia, se custodian las Reliquias de dos Prodigios Eucarísticos sucedidos en 1230 y 1595. En el milagro del año 1230, un sacerdote, luego de haber celebrado la Misa, dejó por distracción algunas gotas de vino consagrado en el cáliz. Al día siguiente, regresando a la iglesia para celebrar la Misa, encontró dentro del cáliz gotas de sangre viva coagulada y convertida en carne. Fue recogida inmediatamente en una ampolla de cristal.
El otro Milagro Eucarístico sucedió el Viernes Santo del año 1595. Habiéndose desatado un furioso incendio en la iglesia, permanecieron prodigiosamente intactas algunas Partículas consagradas.
Sí, reflexiona, como Basilio Sánchez apunta, sobre la entereza y la perseverancia como únicas maneras de sobrevivir al extravío ético de nuestras sociedades actuales. Una sociedad más pulcra en lo material, pero enormemente sórdida en lo espiritual.
Tantos secretos aún...
ResponderEliminarMejor para la poesía.
EliminarLa elegancia de lo invisible.
Un beso, Toro.
La pintura, ¿es un fresco? Es pura belleza y delicadeza.
ResponderEliminarBasilio Sánchez tiene misterio. Hay que pararse a leer. Me gusta.
Besos, querida Rosa.
Sí, es un fresco de la Capilla del Milagro del Sacramento (1476), Iglesia de San Ambrosio (Florencia).
EliminarLo mismo opino del fresco. Fresco presente en la Basílica.
Está representado el primer Milagro de 1230 en el que el sacerdote Uguccione lleva
la Sangre en procesión, es uno de los detalles que aparecen.
En Florencia, en esta Iglesia, se custodian las Reliquias de dos Prodigios Eucarísticos sucedidos en 1230 y 1595. En el milagro del año 1230, un sacerdote, luego de haber celebrado la Misa, dejó por distracción algunas gotas de vino consagrado en el cáliz. Al día siguiente, regresando a la iglesia para celebrar la Misa, encontró dentro del cáliz gotas de sangre viva coagulada y convertida en carne. Fue recogida inmediatamente en una ampolla de cristal.
El otro Milagro Eucarístico sucedió el Viernes Santo del año 1595. Habiéndose desatado un furioso incendio en la iglesia, permanecieron prodigiosamente intactas algunas Partículas consagradas.
Sí, reflexiona, como Basilio Sánchez apunta, sobre la entereza y la perseverancia como únicas maneras de sobrevivir al extravío ético de nuestras sociedades actuales. Una sociedad más pulcra en lo material, pero enormemente sórdida en lo espiritual.
Un beso ***