Ya está todo en sazón. Me siento hecha,
me conozco mujer y clavo al suelo
profunda la raíz, y tiendo en vuelo
la rama cierta, en ti, de su cosecha.
¡Cómo crece la rama y qué derecha!
Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo
de vivir y vivir: tender al cielo,
erguida en vertical, como la flecha
que se lanza a la nube. Tan erguida
que tu voz se ha aprendido la destreza
de abrirla sonriente y florecida.
Me remueve tu voz. Por ella siento
que la rama combada se endereza
y el fruto de mi voz se crece al viento.
me conozco mujer y clavo al suelo
profunda la raíz, y tiendo en vuelo
la rama cierta, en ti, de su cosecha.
¡Cómo crece la rama y qué derecha!
Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo
de vivir y vivir: tender al cielo,
erguida en vertical, como la flecha
que se lanza a la nube. Tan erguida
que tu voz se ha aprendido la destreza
de abrirla sonriente y florecida.
Me remueve tu voz. Por ella siento
que la rama combada se endereza
y el fruto de mi voz se crece al viento.
María Victoria Atencia
Buen soneto.
ResponderEliminarBuen fin de semana tengas.
Besos.
Sí, un regalo a la sensibilidad.
EliminarMe alegro de que te guste.
Gracias, buen domingo.
Besos, Toro.
Pura delicadeza la pintura de Armand Point y la poesía de María Victoria Atencia.
ResponderEliminarY la tuya, por saber apreciarlo.
Besos, querida Rosa.
Es cierto, es muy delicado, se nota la influencia de Botticelli y Leonardo da Vinci, de hecho, fue un gran defensor de la pintura de la antigüedad, al ver "La Primavera" de Botticelli en un grabado, y la obra de los viejos maestros, le hizo cambiar su concepto del arte.
EliminarMaría Victoria Atencia me encanta.
Gracias, un beso.