José Antonio González Iglesias
y la tarde se ponga de tan insoportable-
mente bella, del color de la lluvia,
dale a la desmemoria su espacio suficiente, y olvida
el descanso de ti, y olvídate de ti, y olvídame,
y ve con ellos, vete con la tarde.
mientras en la ventana se oscurece la tarde”.
Joan Margarit
Mozart, Violín Sonata K.301
Buenos todos.
ResponderEliminarBesos.
La palabra griega para designar "verdad" es aletheia y significa literalmente no-olvido, a-lethos, es decir, recuerdo.
EliminarLa permanencia de lo verdadero.
"Escuchar música en un cuarto:
un violoncelo, un piano, unos pocos amigos.
Que avance una sonata
mientras en la ventana se oscurece la tarde.
Me resulta difícil escuchar,
entre una multitud, a un gran intérprete.
De nuevo hallé en la música
la soledad que me salvó en la infancia.
Desde entonces me tapo los oídos
cada vez que a Beethoven lo atraviesa, violento,
Napoleón montado en su caballo".
Besos, Toro.
Ese momento de la tarde tan poético.
ResponderEliminarQué buena entrada.
Besos
:)
EliminarUn beso.
Qué bien juegas con los versos y las estrofas para presentar una entrada tan sutil y bella como esta.
ResponderEliminarEl poema Los vencejos de María Victoria Atencia es inmenso. Bien merece ser reconocida y esa sonata final de otro de los Grandes.
Besos, querida Rosa.
Un poema que le dedicó Jorge Guillén:
EliminarAh, María Victoria Serenísima,
En ese verso noble y tan sencillo
Porque es noble,
ya alzado hasta un extremo
De firme poesía,
tiernamente
suena la voz de la mujer que ayuda,
Nos ayuda y anima,
generosa
Con la serenidad que es una gracia,
Tan próxima y ausente, recatándose
Desde un centro radioso de hermosura:
Rendición al encanto femenino.
Gracias, querida Verónica :)
un beso.