Plaza del Grano, León
Cuando se hayan marchado
los coléricos, los que destrozan,
los que lo llenan todo de furia y de cascotes,
y de sangre,
habrá quien limpie, en silencio,
quien recoja y ordene,
y mire, y calle, y siga.
Tu sitio está entre ellos. No lo olvides.
José Cereijo
los coléricos, los que destrozan,
los que lo llenan todo de furia y de cascotes,
y de sangre,
habrá quien limpie, en silencio,
quien recoja y ordene,
y mire, y calle, y siga.
Tu sitio está entre ellos. No lo olvides.
José Cereijo