No entraré en tus salones, confortable, tranquila residencia; no usaré tus seguros
y cortos pasadizos;
nunca reposaré en tu galería
bajo el pálido rayo de sol del jubilado.
Irremediablemente poeta, yo prefiero
vivir a la intemperie,
allá donde la vida siempre siga
resultándome extraña;
yo prefiero morder manzanas verdes,
acariciar el tronco incalculable
de un olivo, mirar pasar las nubes,
mirar
pasar
las nubes:
hermanarme
con la magia de todo lo que existe
y aprender que es inmenso lo que puede decirnos cada hierba.
Miguel d'Ors
Dmitri Shostakovich- Concierto para piano n°2: II. Andante
Leonard Bernstein