Seamos sinceros, "la Silla de San Pedro", no, pero,… ¡menudo predicador en potencia! Aunque parte de algo equivocado: "Yo no creo porque veo, yo veo porque en Él creo" ... Ay, ¡santa inocencia! En fin. Con unos buenos orientadores...
De san Agustín: Piensan algunos que la religión cristiana es más digna de burla que de adhesión, porque no presenta ante nuestros ojos lo que podemos ver, sino que nos manda creer lo que no vemos. Para refutar a los que presumen que se conducen sabiamente negándose a creer lo que no ven, les demostramos que es preciso creer muchas cosas sin verlas, aunque no podamos mostrar ante sus ojos corporales las verdades divinas que creemos.
En primer lugar, a esos Insensatos, tan esclavos de los ojos del cuerpo que llegan a persuadirse que no deben creer lo que no ven, hemos de advertirles que ellos mismos creen y conocen muchas cosas que no se pueden percibir con aquellos sentidos. Son innumerables las que existen en nuestra alma, que es por naturaleza invisible. Por ejemplo: ¿qué hay más sencillo, más claro, más cierto que el acto de creer o de conocer que creemos o que no creemos alguna cosa, aunque estos actos estén muy lejos del alcance de la visión corporal? ¿Qué razón hay para negarse a creer lo que no vemos con los ojos del cuerpo, cuando, sin duda alguna, vemos que creemos o que no creemos, y estos actos no se pueden percibir con los sentidos corporales?
Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree. ...
Me ha venido a la cabeza la frase "si no os hacéis como niños...". Pues eso, ojalá fuésemos como este niño. Gracias, amiga.
ResponderEliminarOjalá ...
EliminarUn beso, querida amiga.
Gracias a ti.
¡Que prodigio de niño!
ResponderEliminarSeguro lo que vive en casa.
¡Gracias Rosa! Un abrazo.
Lo explica muy bien, tan sencillamente ...
EliminarMe alegro de verte, querida amiga.
Un beso.
Me ha dejado sin palabras.
ResponderEliminarEste niño va para ocupar la Silla de S. Pedro.
Sí, la verdad es que no tiene desperdicio todo lo que dice.
EliminarJajaja, ya veremos si la ocupa ...
Un beso fuerte, querida amiga.
¡Qué pasada, Rosa!! Me quedo el vídeo. Es muy significativo.
ResponderEliminarGracias, Rosa.
Un beso muy fuerte.
Todo tuyo, Maite.
EliminarSí que es significativo.
Un beso muy fuerte.
Buenas noches, Rosa:
ResponderEliminarSeamos sinceros, "la Silla de San Pedro", no, pero,… ¡menudo predicador en potencia!
Aunque parte de algo equivocado: "Yo no creo porque veo, yo veo porque en Él creo" ...
Ay, ¡santa inocencia!
En fin.
Con unos buenos orientadores...
Abrazos.
Buenas noches, Gelu:
Eliminar:)
Jajaja, tampoco lo podemos saber, quién sabe ...
Me recordó a san Agustín: "Creer para entender y entender para creer ..."
No pienso que esté equivocado, él parte de la fe ...
Fe y razón.
"Las cosas las veo, pero a él no lo veo". Para que vieras esas cosas te dio los ojos del cuerpo; para que lo vieras a él te dio la mente".
Puede ser también a la inversa, no hay reglas, cada caso, es único ...
Sí, todo un predicador en potencia.
Un beso, Gelu.
De san Agustín:
EliminarPiensan algunos que la religión cristiana es más digna de burla que de adhesión, porque no presenta ante nuestros ojos lo que podemos ver, sino que nos manda creer lo que no vemos. Para refutar a los que presumen que se conducen sabiamente negándose a creer lo que no ven, les demostramos que es preciso creer muchas cosas sin verlas, aunque no podamos mostrar ante sus ojos corporales las verdades divinas que creemos.
En primer lugar, a esos Insensatos, tan esclavos de los ojos del cuerpo que llegan a persuadirse que no deben creer lo que no ven, hemos de advertirles que ellos mismos creen y conocen muchas cosas que no se pueden percibir con aquellos sentidos. Son innumerables las que existen en nuestra alma, que es por naturaleza invisible. Por ejemplo: ¿qué hay más sencillo, más claro, más cierto que el acto de creer o de conocer que creemos o que no creemos alguna cosa, aunque estos actos estén muy lejos del alcance de la visión corporal? ¿Qué razón hay para negarse a creer lo que no vemos con los ojos del cuerpo, cuando, sin duda alguna, vemos que creemos o que no creemos, y estos actos no se pueden percibir con los sentidos corporales?
Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree. ...
Eso es la fe, Rosa.
ResponderEliminarDisculpa si no vengo mucho ni visito todos tus blogs. Estoy un poco retirada por problemas personales.
Besos, guapa.
Sí, eso es la fe, Celia.
EliminarEspero que no sea nada grave :)
Un beso, Celia.