miércoles, 1 de agosto de 2018

Salamina








El Partenón de Atenas se edifica durante el período denominado "plena época clásica", que se desarrolla tras la finalización de la Segunda Guerra Médica (480-479 a.C.).

La construcción del Partenón viene a coincidir en gran parte con el gobierno del arconte Pericles (443-429), durante el cual se consolida el sistema democrático y la polis de Atenas vive unos años de esplendor, paz y prosperidad. El contacto del gobernante con filósofos como Anaxágoras es posible que explique el afán por la proporción y el orden que apreciamos en el Partenón. Todo ello queda recogido en la frase del filósofo: "al principio era el caos; después vino la inteligencia, que todo lo puso en orden".



Durante la Segunda Guerra Médica se libró la decisiva batalla naval de Salamina, con el rey Jerjes y Temístocles al mando, respectivamente, de persas y griegos.

Y este poema, que explica la importancia de Salamina, me llevó a configurar esta entrada:


SALAMINA

POR esto ha sido escrito el Partenón
con la más bella tinta de la tierra.
Por esto se ha labrado el pensamiento
en la piedra más sabia y perdurable.
                    Por esto estás hablando en lengua libre.

Enrique Badosa



La batalla de Salamina marcó un punto de inflexión en las Guerras Médicas.​ Tras este combate naval entre griegos y persas, el Peloponeso, y por extensión Grecia como una entidad, se salvaron de la invasión del Imperio Persa. Los persas, por su parte, sufrieron un duro golpe a su prestigio y moral. 
Tras las posteriores batallas de Platea y Mícala desapareció para los griegos la amenaza de invasión, los aliados pudieron pasar a la contraofensiva. La victoria helena permitió que Macedonia se rebelara posteriormente contra su dominio.
Con Salamina se inició un giro decisivo en el balance de fuerzas a favor de los griegos, que culminó en su victoria final y en una reducción considerable del poder persa en el mar Egeo.

De haber perdido los griegos contra los persas en el siglo V a C, la cultura clásica griega no se habría desarrollado  ni extendido.

El triunfo heleno en las Guerras Médicas aseguró la supervivencia de la cultura griega.



Manuscrito de Tours con la profecía mesíanica de la Sibila Délfica.
Jean Poyer



Según nos relata Plutarco de Queronea, el oráculo de Delfos emitió diversos mensajes advirtiendo a los griegos del peligro persa.
En la antigüedad los griegos creían que los dioses se comunicaban con ellos mediante oráculos.

En la Grecia clásica, la Sibila era el arquetipo de la profetisa y la sacerdotisa. Mujer de sabiduría y vehículo de las revelaciones divinas, constituía a la vez el símbolo de la mujer arcaica que reunía muchos atributos encarnados antaño por las Diosas Madres del Paleolítico, las Magna Mater de Oriente y del mundo clásico grecorromano, como Isis, Ishtar, Deméter y Atargatis.



Sibila de Delfos, Miguel Ángel, Capilla Sixtina


La Sibila más antigua (en la mitología griega) parece haber sido "Trofile", hija de Júpiter y de Lamia (hija de Neptuno), pero las más conocidas de las diez sibilas (o doce, según las fuentes), son las cinco pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina: 

1. Cuma 
2. Persea
3. Eritrea 
4. Délfica  
5. Líbica

Cada una de ellas predijo el advenimiento de la era cristiana, por ello el Papa Julio II quiso que figuraran en el conjunto de pinturas encargadas por él para la Capilla Sixtina.




Sibila Eritrea. Catedral de León. Pórtico occidental



Fue ya san Agustín, en el siglo V, quien introdujo definitivamente a la Sibila Eritrea en la tradición cristiana. En La ciudad de Dios narra que disertando sobre Cristo con el procónsul Flaciano, este le mostró un códice griego en el que estaban copiados unos versos de la pitonisa. Se trataba de una composición acróstica que formaba la frase: “Iesus Christus, Dei Filius, Salvator”, esto es, el origen divino de Jesucristo predicho desde tiempos inmemoriales. San Agustín incluyó la traducción latina de los versos en su obra y pasó a formar parte de la liturgia cristiana durante la Edad Media.

En torno al siglo X, la figura de la Sibila aparece por primera vez como composición musical con estribillo en un manuscrito de la abadía benedictina de San Marcial de Limoges, y arraiga definitivamente en el sur de Europa a partir del siglo XII, por lo general, en las catedrales.

El manuscrito de Limoges sirvió como base argumental para la realización de dramas litúrgicos vinculados con la Navidad (la misma idea del anuncio de la segunda llegada de Dios, Parusía) denominados el Canto de la Sibila, de melodía gregoriana. Se interpreta de forma tradicional en la Misa de Gallo en las iglesias de Mallorca principalmente.

En el Canto de la Sibila las visiones apocalípticas son trágicas y desgarradoras, pero la música que las acompaña es armónica y mágica.
Se cantó durante siglos por la voz onírica de un niño, ya que las mujeres tenían prohibido hacerlo dentro de los templos, salvo en los monasterios femeninos. 

Por este canto milenario, la luz de las sibilas -Délfica, Pérsica, Líbica, Cimeria, Eritrea, Samia, Cumana o Cuma, Helespóntica, Frigia y Tiburtina- sigue todavía viva en voz y figura femenina. 






El canto de la Sibila, Iudicium Signum, Anónimo, siglo X






12 comentarios :

  1. Lo que aprendo aquí.... yo pensaba que las Guerras Médicas eran entre los doctores de las mutuas privadas y los de la seguridad social...

    :P

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, ja ... qué va, estás confundido, fueron entre médicos y enfermeras ...
      La Historia es la Historia ...
      :)

      Un beso, Toro.

      Eliminar
  2. Soy una enamorada de las grandes tragedias griegas. El teatro griego me deslumbra.

    Escuché a un historiador decir que ese es el auténtico canto de la Sibila:

    https://www.youtube.com/watch?v=3GQuaf-_ErE

    Un lujazo de entrada, amiga.

    Besos, querida Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias!, no había escuchado esta versión.
      Parece ser que existen diferentes versiones del Canto, diferentes letras y partituras musicales, y diferentes tradiciones para interpretarlo en cada lugar.

      Aquí, se ha recuperado en la noche de Navidad en la Catedral.
      Y en la parroquia de San Martín, en León, sabemos que en el año 1520 había un cuadernillo con esta composición.

      Las sibilas fueron profetisas de los gentiles que hicieron también sus vaticinios sobre el Salvador, y La Eritrea, que es la que se representa en la noche de Navidad, tiene cabida en los templos de las ciudades y sedes catedralicias, porque profetizó sobre el nacimiento de un Redentor que salvaría al mundo en el Juicio Final. Los versos que se cantan denominados "Iudicii Signum", o profecía del fin del mundo, son una advertencia de lo que será la segunda venida de Jesucristo:

      «Señal de juicio: la tierra se humedecerá de sudor. Vendrá del cielo el Rey que reinará por los siglos. Quemará en el fuego las tierras, desbaratará las puertas del sombrío averno ... Descubriendo los actos ocultos cantará cada uno sus secretos, y abrirá Dios los corazones a la luz. Pero entonces, la trompeta lanzará triste sonido desde el alto orbe, lamentando el miserable espectáculo y los múltiples agobios, y abriéndose la tierra dejará ver el caos del Tártaro ... Bajará fuego del cielo y un torrente de azufre».

      Los versos atribuidos a la profetisa, que según la traducción figuraban en los denominados "Libros sibilinos", fueron rescatados a mediados del s.II por un cristiano de origen hebreo, que aprovechó las figuras de las pitonisas para introducir un discurso dramático invitando a cristianos, paganos y hebreos a convertirse. Pero, al parecer, sus contemporáneos cristianos de Roma no aceptaron de buen grado que una Sibila hubiese profetizado algo bueno sobre el Redentor. Hubo una amplia mayoría que se negó a aceptarlos entre la literatura cristiana. Por el contrario, una minoría, quizás más culta o más tolerante con la cultura clásica, no puso ningún impedimento. A esta minoría pertenecía san Agustín (354-430) quien en su obra, "La Ciudad de Dios", afirma: «Esta sibila Eritrea o como piensan otros de Cumas, en toda profecía no tiene parte alguna que pueda referirse a los dioses falsos o fabricados… Antes bien, habla tan abiertamente contra ellos, que parece ser catalogada entre los que pertenecen a la ciudad de Dios».

      La opinión del santo de Hipona fue decisiva para que los versos tomaran carta de ciudadanía en la iglesia. Se rezaban en los maitines de Navidad, al menos desde el s.VIII, en los monasterios e iglesias de cierto renombre. En el s.XI comienzan a aparecer textos musicados, pero no será hasta el s.XIV cuando se desarrollen plenamente, hasta el punto de que en el s.XV se habían configurado como una atracción artística, porque a la belleza musical se había añadido una rica tramoya y unos escenarios de gran efectismo.

      Encontré este poema, que no conocía, y de Salamina me llevó a todo lo demás.
      Da mucho de sí un poema. :)

      Gracias a ti, querida Verónica.
      Un beso.

      Eliminar
    2. Qué interesante todo lo que me has dicho, Rosa, gracias.
      Ganas de ir a escuchar ese canto.

      Besos, querida amiga.

      Eliminar
    3. Gracias a ti.

      Un beso, querida Verónica.
      :)

      Eliminar
  3. Hola Rosa , ya veo que no soy la única ..... Ya que yo te iba a decir lo mismo o parecido a lo que a dicho toro salvaje , la verdad sea dicha yo de historia griega nada de nada , así que hoy aprendí una buena lección de historia de Grecia , te deseo una feliz tarde , besos de flor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Flor!!!
      Me alegro de que te haya gustado, querida Flor.

      Que pases un feliz fin de semana.
      Muchos besos.

      Eliminar
  4. Me ha gustado mucho todo lo que nos has contado. Las sibilas son fascinantes. Voy a investigar más sobre ellas.
    Un beso, Rosa.
    Un placer leer esta entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Descubrirás cosas muy interesantes, seguro.
      Os visitaré, me voy al mar.
      :)

      Un beso y gracias, Paloma.

      Eliminar
  5. Mi querida Rosa, te deseo un feliz día de tu santo.
    Disfruta de la montaña, y de la familia.
    Felicidades, mi amiga querida.
    Muchos besosssssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Graciassssssssss!!!
      Me voy unos días al mar, llegué ayer noche de la montaña.

      Un besoooooo, mi querida amiga.

      Que sigas disfrutando tus vacaciones.
      :)

      Eliminar