Corren ríos menudos por la calle,
agua con torbellinos de hojas rotas.
Un arce japonés se levanta, temblando
una canción de gotas por sus ramas,
y me paro en la brisa para ver
el arcear del arce, la esencia de las cosas
mojadas y despiertas.
Un mismo amor recorre los caminos:
Es la lluvia de siempre, pero yo soy distinta.
Un arce japonés se levanta, temblando
una canción de gotas por sus ramas,
y me paro en la brisa para ver
el arcear del arce, la esencia de las cosas
mojadas y despiertas.
Un mismo amor recorre los caminos:
Es la lluvia de siempre, pero yo soy distinta.
Rocío Arana
Beethoven: Triple Concerto in C Major, Op. 56 No. 2
Sublime, Rosa, una entrada para enmarcar. Desde las imágenes otoñales acompañada de la música, el maravilloso poema, hasta el título de tu entrada que me recuerda a "El amor en los tiempos del cólera", una muy grata lectura de mis tiempos universitarios.
ResponderEliminarQué tengas un gran día, y a ver si pronto aparece esa lluvia que empape con amoroso abrazo la tierra, tan precisa!!!
Besos
¡Gracias, Maite! Coincido contigo: maravilloso poema, que también me hizo recordar la obra que mencionas, y la música.
EliminarAquí ha llovido, menos mal, que empape.
Muchos besos. Feliz noche.