Qué dicha no ser Basho, en cuya voz
florecían tan leves los ciruelos,
ni ser Beethoven con su borrasca en la frente
ni Tomás Moro en el taller de Holbein.
Qué dicha no tener
un bungalow en Denver (Colorado)
ni estar mirando desde el Fitz Roy el silencio
mineral de la tarde patagónica
ni oler la bajamar de Saint-Malo
y estar aquí contigo, respirándote, viendo
la lámpara del techo reflejada en tus ojos.
Miguel d´Ors
Qué maravillosa manera de decir: Te amo.
ResponderEliminarQué poema tan sencillo y tan intenso
Qué grande D'Ors
Y qué gusto el tuyo, querida Rosa, al traernos estos versos.
El amor es poesía y la poesía es amor
Besiños
Sí, siempre es sencillo e intenso. Es exquisito.
EliminarLa poesía nos eleva siempre, la buena poesía, claro está. Y esta es de lo mejor.
Besiños, muchos ...
¡El mejor!
ResponderEliminar¡Sí! sabe llegar al fondo. Es muy profundo.
EliminarUn beso.
Pués, sí. Si que llega. Gracias Rosa. Es precioso.
ResponderEliminarNunca se queda en la superficie, ahonda y muchas veces sorprende, no deja indiferente.
Eliminar¡Gracias a ti!
Un beso.
Has cogido un grande.
ResponderEliminarSí que lo es.
EliminarUn beso fuerte.