Malcolm T. Liepke
Adoro tu manera
poco premeditada pero exacta
de usar diminutivos.
Tenías frío, me dijiste: «Deja
que me envuelva en la manta como un
gusanito de seda».
Te golpeaste el codo:
«Ay, ay, ay, me he dado en el huesecito».
Me quejo del poco caso que me haces
y tú me llamas «pollito pión».
Ves que estoy escribiendo,
dices: «Eso también lo sé hacer yo,
sólo hay que poner cosas normales
en frasecitas cortas».
José Luis de la Cuesta
Besito.
ResponderEliminar:)
Besito para ti también, Toro.
Eliminar:)
¡Qué mirada!
ResponderEliminarSí, ¡qué mirada ...!
Eliminar¡Qué graciosa manera de definir poesia!!
ResponderEliminar«pollito pión» Un aumentativo entre tanto diminutivo... ja, ja,ja.
Me encanta.
Gracias, Rosita.
Besos, besitos, besazos
Jajaja, Maite, tus análisis sobre los poemas no tienen precio, das en el clavo, jajaja ... ¡qué bueno con pión!!!
EliminarGracias, Maitita, jajaja ...
Este poeta, si no lo conoces, te gustará, dejaré más ...
Muy tierno. Y la pintura maravillosa.
ResponderEliminarBesazo!!!
Muy tierno, es cierto ... y qué profundo y sencillo: "poner cosas normales en frasecitas cortas", no dice nada ... a mí también me encantó.
Eliminar¡Un besazo, Celia!
Buenas noches, Rosa:
ResponderEliminar:)
¡Ay, ay, ay! ¡Con lo que duele el codo cuando te das un golpecito!
Se ven las estrellitas, del cielo, todas, toditas.
¡Ay, ay, ay!
Será que una no es poética.
:)
Saludos
P.D.: Sensible sí, con el "Algos", propio y ajeno.
Buenos días, Gelu:
Eliminar:))
Pues lo sabes hacer muy bien, son frasecitas cortas.
:)
Sí, con el "Algos" propio y ajeno. Exacto.
:)
Un beso, Gelu.