Carmen Laffón
Si alguna vez callásemos
como callan los árboles, las nubes
y las piedras, podrían escucharse
los árboles, las nubes y las piedras.
También en estas cosas se escucha una canción.
Y desde su silencio nos invitan
a creer en la voz que sin verbo habla.
Así,
mientras alguien fabula estrategias que calmen
su incertidumbre,
un lúgano le canta a la mañana
y el cielo le regala los colores del bosque.
Mientras alguien disfraza con plegarias su miedo,
un milano dibuja su vuelo entre las nubes
y esparce libertad.
Y mientras alguien busca con palabras
la respuesta que salve su alegría,
la primavera llega, tan callada,
y expande los secretos de la dicha.
El mundo nos entona su canción.
Una canción en blanco,
sin dictado ni acorde, sin ciencia ni conciencia,
que de la nada viene y en todo se refleja.
Constantino Molina
Una mirada a la música tradicional ...
Aprovecho tu bonita entrada para desearte una feliz Pascua.
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarFeliz Pascua para ti también.
Un beso fuerte, Tracy.
El poema es magistral.
ResponderEliminarY el vídeo me ha encantado, por esa música folk que tanto nos gusta.
Abrazos
Poeta albaceteño que descubrí hace poco.
Eliminar¡Por esa música! :)
Un beso.