Permíteme tener los ojos grandes.
Tener los ojos grandes es un acto
de voluntad, básicamente
aceptar ser pieza de caza del asombro.
Yo consiento:
cómeme el corazón
en el rito ancestral de la belleza,
deja hueco a lo atávico salvaje
en la pupila absorta.
Hospeda una revelación que la dilate,
la haga pura o antártica,
que haga del ojo
devoración de oscuras autopistas.
Pupila
qué alta pupila
pupila cuántas águilas
pupila el cuarto de los evangelios
pupila crece
desmesurada estrella
incertidumbre y fuego
ascuas en ascuas.
Déjame tener
los ojos grandes y una fuente en mi centro,
una fuente que duela y que refulja.
Quizá eso es la poesía:
un trepar de mí misma por mis ojos,
una herida que piensa.
Tener los ojos grandes es un acto
de voluntad, básicamente
aceptar ser pieza de caza del asombro.
Yo consiento:
cómeme el corazón
en el rito ancestral de la belleza,
deja hueco a lo atávico salvaje
en la pupila absorta.
Hospeda una revelación que la dilate,
la haga pura o antártica,
que haga del ojo
devoración de oscuras autopistas.
Pupila
qué alta pupila
pupila cuántas águilas
pupila el cuarto de los evangelios
pupila crece
desmesurada estrella
incertidumbre y fuego
ascuas en ascuas.
Déjame tener
los ojos grandes y una fuente en mi centro,
una fuente que duela y que refulja.
Quizá eso es la poesía:
un trepar de mí misma por mis ojos,
una herida que piensa.
Carmen Palomo Pinel, Ser mirada
Bach: Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit, BWV 106 (El tiempo de Dios es el mejor momento)
Un poema para meditar. Abrazos
ResponderEliminarDe su poemario "Ser mirada", otro libro encargado al leer, precisamente, este poema en Pre-Textos.
EliminarUn abrazo, Maite.