La escuela de Atenas (detalle, Alejandro Magno, Esquines, Jenofonte, Sócrates), Rafael de Sanzio
Gorgias el sofista enseña tres cosas que nada existe que si algo existiera no lo podríamos conocer que si algo conociéramos no lo podríamos expresar y por ser por conocer por expresar estas tres linduras en Delfos le han levantado una estatua de oro macizo mientras Sócrates se muere de hambre por los rincones y una mano le prepara la cicuta.
Santo Tomás de Aquino: “El motivo por el que el filósofo se asemeja al poeta es que los dos tienen que habérselas con lo maravilloso” (Causa autem, quare philosophus comparatur poetae, est ista, quia uterque circa miranda versatur) (Comentario a la Metafísica de Aristóteles, 1, 3).
«Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin» (Jn 13, 1).
Tomas Luis de Victoria: Officium Hebdomanae Sanctae (parte1)
Tomas Luis de Victoria: Officium Hebdomanae Sanctae (parte 2)
Los Responsorios de Tinieblas, conocidos como "Officium Hebdomadae Sanctae” (Oficio de Semana Santa) pueden considerarse como una de las más grandes cimas de la polifonía española del siglo XVI.
Para el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo, el compositor canta las Lamentaciones de Jeremías .
—Os digo que si éstos callan gritarán las piedras.
Lc 19,28-40
“Una vez crucificado el Señor, ya que callaron sus conocidos por el temor que tenían, las piedras y las rocas le alabaron, porque, cuando expiró, la tierra tembló, las piedras se rompieron entre sí y los sepulcros se abrieron”.
“Más allá de la Historia Sagrada: lo sagrado en la historia”.
D. Rafael Sánchez Saus
"Historia de la Nación Española", de Rafael Sánchez Saus
Acto presidido por Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP.
Participan junto al autor Jaime Mayor Oreja, presidente del Real Instituto Universitario de Estudios Europeos y la Fundación NEOS, el columnista y economista Hughes y Miguel Ángel Ladero Quesada, Catedrático de Historia Medieval.
Todo el saber humano, comparado con nuestra cristiana religión, es como cieno y pura ceguedad y locura.
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La religión es la que nos da a conocer a Dios; si le conocemos bien, es imposible que le dejemos de amar.
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Huye pues de la mentira como de la cosa del mundo que más estraga las costumbres; que cierto no hay ninguna más baja en la naturaleza humana que es ésta, que nos aparta de Dios, y nos hace semejantes y siervos del demonio.
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598. Este es el camino de la perfecta y cumplida sabiduría, en la cual el primer caso es conocerse el hombre a sí mismo; el último, conocer a Dios. Al rey de los siglos inmortal e invisible; al Dios de toda sabiduría, sea honor y gloria por siglos de siglos. Amén.
Qué suerte que Ella sea así de caprichosa, qué suerte que no mire los méritos, que no le avergüence entregarse a tipos como yo, que sea porque sí, como la rosa;
qué suerte que no exija papeles triplicados,
ni saber alemán, ni traje gris,
que en Calahorra se encuentre tan bien como en París,
que no la embauquen nombres, premios ni doctorados.
Sólo que tú le gustes - con veinte o con setenta,
feo o guapo, listo o bobo...- y, plaf, se te presenta
deslumbrante, rendida y sin porqué,
del mismo modo que (según se cuenta)
una noche grisácea de los años 50
se presentó Ava Gardner ante Mario Cabré.
Miguel d'Ors
Franz Schubert: "Canción de invierno"- "Buenas noches"
La profundidad del pensamiento de santo Tomás de Aquino brotaba —no lo olvidemos nunca— de su fe viva y de su piedad fervorosa, que expresaba en oraciones inspiradas, como esta en la que pide a Dios: «Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte».
Manuscrito iluminado, Museo de San Marcos, Florencia
Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Preguntó él: «¿Quién eres tú, Señor?». Y él respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues».
Una de las primeras mártires cristianas, y de las primeras en recibir un atributo iconográfico: el cordero.
La similitud entre el nombre de la santa, que en latín es Agnes, y la palabra "cordero", que en latín es agnus, explica en parte la atribución de este animal a Inés.
El cordero simboliza tanto la pureza y castidad de la santa, como a Jesucristo, su esposo celestial, que también es llamado el Cordero de Dios, figura que representa al Mesías, tal y como se consigna en el Evangelio (Jn 1, 29).
“Pura”, “casta”, esto significa en griego el nombre Inés.
Nacida en Roma en el siglo III, a los 13 años decidió mantener su castidad, para así expresar su fe en Cristo. Indiferente por esto al cortejo del hijo de un prefecto, que estaba enamorado de ella, fue llevada a un burdel, pero permaneció todo el tiempo de rodillas en oración y nadie se atrevió a tocarla.
Víctima de otros muchos martirios, finalmente murió degollada.
Su elogio en el Martirologio Romano del proceso, tortura y muerte de santa Inés:
"En Roma, el triunfo de Santa Inés, virgen y mártir, la cual, por orden del prefecto Sinfronio, fue echada al fuego, que se apagó por la oración de la santa, y fue pasada a cuchillo" (la forma común de ejecución en Roma era atravesar la garganta con una espada o espadín).
Es ejemplo de firmeza en la fe y pureza.
De ella decía san Jerónimo:
"La vida de Inés es alabada en todas las iglesias por las plumas y las lenguas de todos los pueblos, porque, sobreponiéndose a la flaqueza de su edad, triunfó del tirano y consagró con el martirio el honor de la castidad".
Santa Inés, patrona de las vírgenes, de las mujeres jóvenes, las novias, las prometidas en matrimonio, los jardineros y de quienes quieren vivir la virtud de la pureza.
Carlos Kleiber "buscaba en el arte lo que nadie encuentra: lo absoluto”.
(Ioan Holender, director de la Staatsoper de Viena, julio de 2004)
Carlos Kleiber (Berlín, Alemania, 03/07/1930-Eslovenia, 13/07/2004).
“Fue verdaderamente única su capacidad de conjugar la objetividad con la sensibilidad, con la intuición musical. Aunque, tal vez, fuera más exacto precisar, que fue un artista cuya hipersensibilidad, desbordada emotividad y refinada intuición musical, estaban siempre moduladas por la búsqueda racional y objetiva de la verdad, entendida ésta en el sentido de hacer justicia a la realidad de la música que para él representaban siempre las partituras autógrafas −o las que tuvieran menos alteraciones espurias− de los compositores (de aquí, la sensación que queda siempre −al menos, ese ha sido mi caso− tras escuchar, ahora en grabación solamente, una interpretación de Carlos Kleiber: que ese vals, esa sinfonía, esa ópera son ‘verdaderamente así’, como él las entendía y ejecutaba, y no de otra manera)”.
Fernando Peregrín Gutiérrez, crítico musical
Ludwig van Beethoven: Obertura "Coriolano", Op. 62
W. A. Mozart: Sinfonía n.º 33
J. Brahms: Sinfonía n.º 4
El violinista español Ángel Jesús García lo definió así: «Era un soñador, con el cual, uno, tocando, podía soñar. No te decía cómo debías tocar, sino lo que él veía en la música».