María Magdalena. Antonio Canova
El 22 de julio la Iglesia celebra la fiesta de santa María Magdalena, una de las discípulas más fieles y que el Señor escogió para ser testigo de su resurrección ante los apóstoles.
En referencia a ella, Benedicto XVI expresó que “la historia de María de Magdala recuerda a todos una verdad fundamental: discípulo de Cristo es quien, en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él, y le ha seguido de cerca, convirtiéndose en testigo de la potencia de su amor misericordioso, que es más fuerte que el pecado y la muerte”.
En los Evangelios se habla de María Magdalena, la pecadora (Lc. 7, 37-50); María Magdalena, una de las mujeres que seguían al Señor (Jn. 20, 10-18) y María de Betania, la hermana de Lázaro (Lc. 10, 38-42).
María Magdalena en la cueva. Hugues Merle
La liturgia romana identifica a las tres mujeres con el nombre de María Magdalena, como lo hace la antigua tradición occidental desde la época de San Gregorio Magno.
María Magdalena siguió a Jesús hasta el Calvario y estuvo ante el cuerpo yacente del Señor. El domingo de Resurrección fue la primera que vio a Cristo resucitado, y tuvo el honor de ser enviada por el Señor a anunciar esta buena noticia a los discípulos.
Magdalena es el ejemplo más latente de la Misericordia de Dios que se prodiga sin límites cuando la persona se reconoce débil y pecadora. Cómo la amó el Señor, cómo amaba ella.
ResponderEliminarEse diálogo con Jesús resucitado me emociona siempre. Y ese ¡Rabboni! dice más que mil palabras.
Todos debemos tenerla como ejemplo, todos tenemos que pedir perdón.
Es maravilloso como Dios la eligió para ser la primera en verle resucitado y lleva esa noticia a los demás.
Me ha encantado este post, Rosa, y las imánes son preciosas, cada una en su estilo.
Miles y miles de Besiños
Militos querida, eres un verdadero ¡SOL!!!
EliminarBESIÑOS, muchísimos ...