Búsquela en el silencio, búsquela en la calma, búsquela en medio de la noche y búsquela también en la aurora. Deténgase a cerrar las puertas mientras la busca, y no se sorprenda si descubre que ella no vive en los museos ni se esconde en los palacios. no se sorprenda si descubre finalmente que la belleza no es solo un qué, sino también un quién.
"El despertar de la señorita Prim", Natalia Sanmartín
Glenn Gould: Beethoven, Piano Concierto No. 5, Adagio un poco mosso
Una entrada bonita y aunque está en tiempo, parece que no se atreve por asomar.
ResponderEliminarParece que no.
EliminarTu querida primavera remolonea.
:)
Un beso fuerte, Tracy.
Qué y quién.
ResponderEliminarSí.
:)
Sí.
Eliminar:)
Un beso, Toro.
¡Que delicadeza, Rosa!!!
ResponderEliminarEste libro es precioso, una lectura maravillosa que tengo pendiente de releer.
Como siempre, acompañas el texto con la imagen y la música adecuada. Entrada perfecta.
Besossss y feliz semana
De esos libros preciosos.
Eliminar"No, claro que no. La Redención no se parece en nada a los cuento de hadas, señorita Prim. Son los cuentos de hadas y las viejas leyendas los que se parecen a la Redención…”
:)
Un beso, Maite.
¡Feliz semana!
Qué verdad...
ResponderEliminarY qué poco bellos solemos ser.
Besos, querida amiga.