Jn 12,1-11: Le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera.
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.
María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Este pasaje del Evangelio es uno de los que más me gusta por la carga emocional que tiene.
ResponderEliminarBesitos.
A mí también, María ofrece a Jesús cuanto tiene de mayor valor y lo hace con un gesto de profunda devoción.
EliminarUn beso fuerte.
Qué paz!!!
ResponderEliminarEs verdad que da paz, la casa se llenó de la fragancia del perfume y de su gesto.
Eliminar"Déjala. Lo tenía guardado para el día de mi sepultura."
ResponderEliminarUna imagen que no deja indiferente.
Besos
Sí, Jesús comprende que María ha intuido el amor de Dios e indica que ya se acerca su "hora".
EliminarUn beso, Maite.