EL GRAN SILENCIO
Un documental de Philip Gröning. No tiene desperdicio.
Nos muestra la vida cotidiana del Grande Chartreuse, el monasterio de referencia en los Alpes franceses de la legendaria Orden de los Cartujos. Son 160 minutos prácticamente en silencio, en los que se suceden escenas de una belleza exquisita. Aquí aparece la cocina del monasterio, en la que un monje limpia las verduras y sólo el sonido del agua se escucha...
En 1984 el director alemán Phillip Gröning pidió permiso a la Orden de los Cartujos para rodar una película en el interior de uno de sus monasterios. Le dijeron que era demasiado pronto. Quizás más adelante. Dieciséis años después recibió una llamada. Había llegado la hora... Phillip vivió en el monasterio y siguió a los monjes con su cámara. Se convirtió en parte del ritual, en parte de su vida cotidiana, como un monje más a caballo entre los antiguos ritos que los cartujos practican y la vida moderna que él conoce.
Los preparativos llevaron dos años, el rodaje uno y la postproducción dos más. Han transcurrido, por tanto, veintiún años hasta su completa finalización. El Gran Silencio muestra por primera vez el día a día dentro del Grande Chartreuse, el monasterio de referencia en los Alpes franceses de la legendaria Orden de los Cartujos. Una película que no representa un monasterio sino que lo muestra. Una película sobre la presencia absoluta, sobre unos hombres que entregaron su vida a Dios en su forma más pura: la contemplación.
"Sólo en el silencio más absoluto se empieza a oír..."
La celda, lugar de estudio, comedor y alcoba para dormir. Los días de fiesta y los domingos, comen todos juntos en el Refectorio. El resto de los días, comen cada uno en su celda.
Tú me sedujiste, Señor, y yo me he dejado seducir.
Los utensilios para la comida en una de las celdas
La humilde y frugal comida cartuja, a base de verduras y hortalizas
Cada celda comunica con el gran claustro, en donde, por un ventanillo, el hermano encargado deja la comida.
Las imágenes de la Grande Chartreuse son esplendorosas
“Ésto es el silencio, –dice una de las frases que van jalonando la película, -dejar que el Señor pronuncie en nosotros una Palabra igual a Él”. Frase preciosa y enigmática que da qué pensar. La Palabra de Dios igual a Él es Jesús. Jesús es el rostro del Padre, porque Él mismo dice: “Quien me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14,9).
El claustro lleno de luz
El gran silencio es para nosotros ajeno y difícil de comprender. Este documento atraviesa las estaciones de la naturaleza en un silencio casi completo. Vemos a los cartujos entregados a la oración, a la limpieza, al trabajo y al estudio individual; y contemplamos también sus actividades en común: la misa conventual, el largo oficio nocturno y la recreación.
Mientras el metraje transcurre, el espectador atento se introduce en su propio proceso de meditación: ¿qué significado tienen tanta austeridad, aislamiento y oración?, ¿por qué una de las primeras reacciones al observar este tipo de vida es el rechazo?, ¿qué nos lleva a pensar que quienes vivimos fuera del monasterio hacemos más por el mundo que los monjes y monjas?
El documental te lleva de la mano por la sencillez de la vida de los monjes. Te deja ver la armonía y el cuidado con el que conviven con su entorno. Te somete a un silencio y a un ritmo al que no estás acostumbrado, y te acaricia con la música de unos cantos que no tienen nada que ver con los de moda. El gran silencio es una apuesta arriesgada. Ya ha sido recompensada con el Gran Premio del Jurado de Festival de Sundance y el Premio Arte al Mejor Documental de La Academia de Cine, entre otros.
Desde siempre, con el auxilio del Espíritu Santo, Cristo, Verbo del Padre, ha escogido hombres para que vivan en soledad y se unan a Él por un amor íntimo (Estatutos 1.1 Estatutos de La orden cartujana).
La película de Philip Gröning se abre con un prólogo y se cierra con un epílogo idénticos: (pinchar para ver la película)
“Pasó antes del Señor un viento huracanado, que agrietaba los montes y rompía los peñascos: en el viento no estaba el Señor. Vino después un terremoto, y en el terremoto no estaba el Señor. Después vino un fuego, y en el fuego no estaba el Señor. Después se escuchó la voz de una brisa tenue. Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la gruta” (1 Re 19,11-13).
Un maravilloso documental. Para no olvidar.
Citas bíblicas que aparecen:
Citas bíblicas que aparecen:
- 1º Reyes 19:11-13
- Lucas 14:27
- Lucas 14:33
- Jeremías 20:7
- 1ª Corintios 4:7
- Ezequiel 36:26
- Jeremías 29:13-14
- Isaías 58:9
- Óseas 7:13
- Éxodo 3:14.
Meditación a partir del Gran silencio
La alimentación de los cartujos
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