"Vuestra labor no es de un día, ni de un mes, pero es segura, si por Dios, con Dios, y para Dios la acometéis y en ello sois perseverantes.
Mientras llega el tiempo de la recolección, hay que ir sepultando trabajos y desvelos, hay que sufrir todo género de inclemencias, hay que vivir de fe y de esperanza, sin precipitaciones, sin afán desmedido, sin decaimientos, sin tristezas. Todo esto procede del amor propio, del exceso de confianza en nuestras fuerzas, de cosa humana.
Vosotros sembrad, labrad la tierra, echad sobre ella trabajo, sudores y penas, que Dios Nuestro Señor dará el fruto como convenga, cuando le plazca y donde sea su voluntad. La recolección no es faena que se os confía".
Vosotros sembrad, labrad la tierra, echad sobre ella trabajo, sudores y penas, que Dios Nuestro Señor dará el fruto como convenga, cuando le plazca y donde sea su voluntad. La recolección no es faena que se os confía".
San Pedro Poveda
Sábado, día del Rosario bloguero.
Que bellas y profundas palabras. Cuánto santo desconocido ¿verdad? Es bella la misión de darlo a conocer.
ResponderEliminarUn Saludo en Cristo.
Así es, querida amiga, un gran santo para todos, guía en todo momento de mi vida.
EliminarMe alegro mucho de encontrarte.
Un beso muy grande.
La esperanza siempre debe ser nuestra compañera de viaje.
ResponderEliminarAsí es, querida Tracy, siempre en nuestro horizonte.
EliminarUn beso ¡fuerte!