Francesc Torralba, catedrático de filosofía de la Universidad Ramon Llull. Es clarísimo.
ESPIRITUALIDAD NO ES HUIDA, ES FLUIDEZ
Entrevista a Francesc Torralba, por Garpar Hernández
Francesc Torralba (Barcelona, 1967) es doctor en Filosofía y doctor en Teología. Actualmente es director de la Càtedra Ethos de la URLL. Acaba de publicar Inteligencia espiritual.
- ¿Qué es exactamente la inteligencia espiritual?
-Es una modalidad de inteligencia. Nos faculta para elaborar ideales, tomar distancia de la realidad, auto-trascenderse, buscar el sentido de la existencia, maravillarse de la realidad, sentirse parte integrante de un todo.
- ¿Qué relación tiene con el sentido de la vida?
-El ser humano experimenta la necesidad de vivir una vida con sentido. No le basta con subsistir; siente el ansia de vivir una vida con significado.
-Viktor Frankl lo expresó como “voluntad de sentido”.
-La inteligencia espiritual convierte al ser humano en un ser capaz de tomar distancia de su propio cuerpo y de plantearse ideales, horizontes de vida: incluso de sacrificarse para hacerlos realidad.
- ¿La espiritualidad es el fundamento de la libertad?
-Si, porque nos permite tomar distancia, practicar el humor y ejercer la crítica. La pregunta por el sentido es común a todo ser humano, a pesar de que se manifiesta de distintos modos y en distintos momentos. La respuesta a esta pregunta es plural. No se halla en las ciencias experimentales. Se debe indagar en las grandes sabidurías y en los grandes relatos simbólicos de la humanidad.
-¿Qué somos?
-Somos seres finitos, limitados y efímeros. Como diría Antonio Machado: “Lo nuestro es pasar”. Jorge Manrique lo expresó bellamente: “Cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando”. Pero, a pesar de esta constitución finita, aspiramos a un infinito, sentimos la nostalgia de algo que nos trasciende. El ser humano es un ser finito que trasciende sus límites y se pregunta por lo infinito, un ser que experimenta una profunda inquietud por la finitud y que aspira a una reconciliación universal.
-Lo misterioso circunda al ser humano por todas partes.
-El misterio es lo que trasciende cualquier comprensión racional y conceptual de la realidad, pero hay estratos de ella que trascienden nuestra capacidad perceptiva. El misterio es lo oculto, el secreto, lo que sostiene la vida humana, lo que no cabe en una fórmula física o matemática. Y el sabio aprende a convivir con ese misterio, sin caer en la tentación de reducirlo a problema.
- ¿Música y espiritualidad son hermanas?
-La música es, según Arthur Schopenhauer, la expresión artística que con más intensidad y radicalidad expresa el fondo último dela realidad, suscita la comunión con el fundamento de todo. Cuando experimentamos intensamente la música, somos transportados, viajamos lejos, aunque no sabemos hacia dónde. La música, decía san Agustín, nos eleva hacia Dios. Para los románticos, suscita el viaje de retorno hacia la patria perdida, el recuerdo del paraíso perdido.
- ¿Por qué cree que en Europa, según todos los estudios psicológicos, la religión baja y la espiritualidad sube?
-Están emergiendo nuevas formas de espiritualidad de signo laico, que se cultivan en entornos profanos, al margen de las tradiciones religiosas. Esta espiritualidad laica se nutre de símbolos, de relatos y de prácticas de muy distintas procedencia, pero se ubica más allá de los dogmas, de las instituciones y de Dios. Incluso se denomina espiritualidad sin Dios o espiritualidad del vacío. La crisis de las religiones tradicionales en Occidente obedece a la dificultad de encarnarse creativa y significativamente en la sociedad posmoderna.
-Quizá Dios ya no está de moda, porque se ha abusado de la palabra.
-La palabra Dios es uno de los vocablos más manoseados de la historia. Esta palabra se ha utilizado abusivamente para justificar verdaderas atrocidades y crueldades, actos que insultan la dignidad humana y el sentido de justicia y libertad. Los grandes teólogos del siglo XX se han referido por activa y por pasiva a ese uso abusivo e instrumental.
-Y no se puede definir...
-Dios trasciende toda imagen. Dios está más allá de cualquier concepto.
- ¿Se puede ser espiritual y tener los pies en el suelo?
-La espiritualidad no es una dimensión ajena a la vida física, al cuerpo, a la vida efectiva y emocional. Todo lo contrario. Está profundamente implicada en la existencia. Como dice Edith Stein, la espiritualidad no es algo que se vive aisladamente, fuera de la vida cotidiana. No es una huida del mundo ni una salida por la tangente. Es fluidez, apertura, penetración de la realidad, anhelo de vivir una vida con sentido. La inteligencia espiritual nos capacita para cultivar la vida espiritual y ello tiene consecuencias en la calidad de las relaciones que establecemos.