martes, 23 de junio de 2015

El espíritu del gótico

 
 
 
Pulchra leonina. Catedral de León
 
Ligereza y elegancia.
 
Un sacerdote me dijo una vez, antes de entrar a la Jerusalén celestial (lo que simboliza la Catedral, toda catedral), aquello que dejó escrito san Juan:  "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" (Jn 14, 6).
 
Y ayer, cuando estaba casi dispuesta a arrojar la toalla en un grupo donde compartimos la Palabra de Dios, la Biblia, porque me sentía cansada, otro sacerdote dijo: "Jesucristo es lo más íntimo del corazón de Dios", escuchar, compartir su Palabra es un regalo en nuestra vida: "Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré" (Mt 11, 28).
 
La Catedral es para mí mucho más que una obra de arte, que lo es, sin duda; es, sobre todo, la resonancia de aquellas palabras del sacerdote, de su mirada  (recuerdo perfectamente su mirada), como transmisor de la Palabra: "Yo soy el camino, y la verdad y la vida ..."
 
Jesucristo es la Encarnación de Dios, la Palabra de Dios:  

Del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
 
 

 


Claustro. Catedral de León
 
 
 
Que tengáis una feliz noche de san Juan. 
 
 
 
 

10 comentarios :

  1. Unas fotos espectaculares, sobretodo la primera.

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    1. Sí, es magnífica. Desconozco el autor.

      Un beso fuerte, Tracy.

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  2. Si, la primera foto es impresionante.
    Deja sin respiración.

    Feliz noche de San Juan.

    Besos Rosa.

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    1. Respira, Toro, eh ...
      Me alegro de que te guste.

      Feliz noche también para ti.

      Un beso, Toro.

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  3. Ni te imaginas las ganas que tengo de ir a ver la catedral. He aprendido mucho de ella en programas de radio. Los colores azules de las vidrieras a día de hoy no se sabe cómo lo consiguieron.
    Recorrerla sabiendo lo que sé ahora será todo un viaje del alma.
    Estuve de niña y no recuerdo, claro.

    Por cierto, me fascina el gótico.

    Besos enormes, querida Rosa

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    1. Es maravillosa, un poema de luz y color, una verdadera catequesis en piedra.

      Es cierto, no se sabe. Los tonos azules, fríos, se corresponden con la zona del Antiguo Testamento, mientras que los amarillos y rojos, más cálidos, se utilizan en la zona del Nuevo Testamento. Son 1800 metros cuadrados de vidrieras, y sí, son un viaje del alma, desde las del ábside, encima del altar mayor, hasta las que se encuentran en las naves laterales. Cuando amanece, lo primero que se ilumina es una roseta que contiene a Dios entronizado, encima del altar mayor. La disposición de las vidrieras y su temática invitan continuamente a la reflexión.

      Es una maravilla contemplarla.

      A mí también me encanta el gótico, y también el románico. La Edad Media es una mina de sabiduría. Al contrario de lo que se dice habitualmente, es una época muy luminosa.

      Muchos besos para ti también, querida Verónica.

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  4. WWWOOOOOWWWW!!! IMPRESIONANTE ARTE.
    Casi no conozco nada, pero lo que he vi en España, me encanto.
    La condición humana hace que muchas veces sintamos que las circunstancias nos rebasen, y justo en esos momentos surge la ayuda que envía la Providencia Divina.

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    1. WWWWOOOO ... ¡¡¡Hola María!!!!
      Sí, justo en esos momentos, querida María.

      Un beso grande. DTB!!!

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  5. Amiga, ¡qué maravilla! Inefable. ¡Gracias mil!

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