Edwin Long: La resurrección de la hija de Jairo
La niña no está muerta... Sólo está dormida - dijo Jesús al acercarse a la hija de Jairo.
Tenía todavía como el pudor de hacer milagros...
El pudor de ser Dios.
Dulce María Loynaz
Sobre el Evangelio de hoy, san Mateo 9,18-26.
Qué elegante manera de decir las cosas...
ResponderEliminarSí, es cierto.
EliminarUn beso fuerte.
Mi querida Dulce...
ResponderEliminarPrecioso, Rosa.
Muchos besos
Me acordé de ti cuando lo leí.
EliminarUn beso, Maite.
Todavía era un humano al encuentro de su divinidad.
ResponderEliminarBesos, querida Rosa.
Hombre y Dios a la vez.
EliminarDios y Hombre verdadero.
Tan humano y tan Dios.
Enternece.
Un beso, querida Verónica.
Buenas tardes, Rosa:
ResponderEliminarUn bello pasaje del Evangelio, y qué bien reflejado en esta pintura.
El poema de Dulce María Loynaz, es impresionantemente hermoso.
Dejo pendiente hacer una entrada sobre Edwing Long. Cuando la complete y publique, volveré a dejar el enlace.
Abrazos.
Buenas tardes, Gelu:
Eliminar:)
Sí, ¿verdad?, también me impresionó por su belleza.
Seguro que será una entrada realizada con todo detalle.
Gracias y un beso, querida Gelu.
Buenas noches.
Eliminar:)