Amy Katherine Brownin
El perro ha limpiado su cuenco
y su recompensa es una galleta
que yo pongo en su boca
como un sacerdote ofrece la hostia.
¡No puedo soportar esa cara confiada!
Él pide pan, espera
pan y yo con mi poder
podría haberle dado una piedra.
Jane Kenyon
Él nunca lo haría...
ResponderEliminar:)
Es una maravilla de poema.
Eliminar:)
Lo descubrí ayer.
Un beso, Toro.
La metáfora es buena.
ResponderEliminarMuy evangélica: "¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?" ...
EliminarUn beso fuerte, Tracy.
Sí, que es bueno el poema. Hace poco leí a esta autora.
ResponderEliminarBesos, Rosa, feliz noche
Es una extraordinaria autora de versos conmovedores.
Eliminar"Para mí la poesía es siempre un lugar seguro, un refugio y lo ha sido desde que la estudié en la escuela primaria", dijo ella una vez.
Un beso, Maite.
Sí, le das una piedra y en su devoción y fidelidad, se la traga feliz.
ResponderEliminarAsí somos: a veces confiados, otras crueles.
Me alegra leer algo de Jane Kenyon, bastante desconocida en nuestro país.
Besos, querida Rosa.
Sí, así es.
EliminarEs muy bueno este poema.
Me gusta mucho Jane Kenyon, poco conocida en España, es cierto.
Un beso, querida Verónica.
¡Gracias!