Sí, Toro, el problema de la existencia del mal, que es una pregunta lógica que toda persona se hace. Bien y mal conviven en este mundo, como el trigo y la cizaña de la parábola de Jesús. Pero no al mismo nivel, se manifestará al final de la Historia cuando el Señor juzgue. El Señor de la Historia al que nada se le escapa. Nada. Tiene contados nuestros cabellos :)
Complejo el problema del mal, ¿eh? :) Y más en situaciones de verdadero sufrimiento. El mal existe, es evidente, y proviene del diablo, todo mal proviene de él, que es alguien, un ser personal. Sin embargo, solo el bien es originario. Y esto nos conduce al problema de la libertad humana. Libertad y mal se encuentran íntimamente unidos. Benedicto XVI hablaba de nuestra libertad como de una "omnipotencia a la inversa». Es decir, el hombre es realmente dueño de su libertad, y puede decidir emplearla para el odio y la destrucción (Mensaje "Urbi et orbi", 25-XII-2012). Lo mismo los seres espirituales, no corpóreos. El diablo eligió. El diablo no tiene ninguna duda de que Dios existe. Dios no puede entrar en mi corazón si yo no le abro la puerta. "Porta fidei". La puerta de la fe. Respeta nuestra libertad hasta tal punto que podemos negarlo. Hasta ahí llegó, se la jugó. Nos creó libres solamente por Amor. La vida es un camino.
Las palabras de Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia nombrada por el papa san Juan Pablo II, aluden al mismo corazón de la vida de la Iglesia. Cuando un alma se aleja de la Eucaristía, malo ... Murió muy joven, a los 22 años, y su vida fue de una entrega total a Jesucristo. Pero todos los santos fueron hombres y mujeres como nosotros, humanos, y libraron batallas. Comprendieron que no estamos solos y perseveraron en la oración. El modo de obrar cristiano es permanecer firmes en la oración.
"Pero Señor, ¿cómo es posible no cansarse? Somos seres humanos, incluso Moisés se cansó". Una batalla, en la que nunca estamos solos :) El diablo nos odia, y aborrece especialmente a la Virgen María, claro. Por muchas razones, entre otras:
1- Ella le arrebata la almas para llevarlas a Cristo 2- Ella está llena de virtudes 3- Ella nunca ha estado en sus manos, nunca ha conocido el pecado 4- Ella es la humilde servidora, y él es el soberbio 5- Por medio de ella Cristo ha de volver 6- Ella prepara a los santos de los Últimos Tiempos 7- Ella y su Santo Rosario acercan a las almas al cielo y las alejan del infierno
Pero vamos a ver si Dios lo puede todo no puede acabar con el diablo?
ResponderEliminarSí, Toro, el problema de la existencia del mal, que es una pregunta lógica que toda persona se hace. Bien y mal conviven en este mundo, como el trigo y la cizaña de la parábola de Jesús. Pero no al mismo nivel, se manifestará al final de la Historia cuando el Señor juzgue. El Señor de la Historia al que nada se le escapa. Nada. Tiene contados nuestros cabellos :)
EliminarComplejo el problema del mal, ¿eh? :) Y más en situaciones de verdadero sufrimiento.
El mal existe, es evidente, y proviene del diablo, todo mal proviene de él, que es alguien, un ser personal.
Sin embargo, solo el bien es originario.
Y esto nos conduce al problema de la libertad humana. Libertad y mal se encuentran íntimamente unidos.
Benedicto XVI hablaba de nuestra libertad como de una "omnipotencia a la inversa». Es decir, el hombre es realmente dueño de su libertad, y puede decidir emplearla para el odio y la destrucción (Mensaje "Urbi et orbi", 25-XII-2012). Lo mismo los seres espirituales, no corpóreos. El diablo eligió. El diablo no tiene ninguna duda de que Dios existe.
Dios no puede entrar en mi corazón si yo no le abro la puerta. "Porta fidei". La puerta de la fe. Respeta nuestra libertad hasta tal punto que podemos negarlo. Hasta ahí llegó, se la jugó. Nos creó libres solamente por Amor. La vida es un camino.
Las palabras de Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia nombrada por el papa san Juan Pablo II, aluden al mismo corazón de la vida de la Iglesia. Cuando un alma se aleja de la Eucaristía, malo ...
Murió muy joven, a los 22 años, y su vida fue de una entrega total a Jesucristo.
Pero todos los santos fueron hombres y mujeres como nosotros, humanos, y libraron batallas. Comprendieron que no estamos solos y perseveraron en la oración. El modo de obrar cristiano es permanecer firmes en la oración.
"Pero Señor, ¿cómo es posible no cansarse? Somos seres humanos, incluso Moisés se cansó". Una batalla, en la que nunca estamos solos :)
El diablo nos odia, y aborrece especialmente a la Virgen María, claro. Por muchas razones, entre otras:
1- Ella le arrebata la almas para llevarlas a Cristo
2- Ella está llena de virtudes
3- Ella nunca ha estado en sus manos, nunca ha conocido el pecado
4- Ella es la humilde servidora, y él es el soberbio
5- Por medio de ella Cristo ha de volver
6- Ella prepara a los santos de los Últimos Tiempos
7- Ella y su Santo Rosario acercan a las almas al cielo y las alejan del infierno
Un beso, Toro.