¿Qué debo compararte a un día de verano?
Tú eres más adorable y estás mejor templado.
Rudos vientos agitan los capullos de Mayo
y el estío termina su arriendo brevemente.
A veces brilla el sol con demasiado fuego
y a menudo se vela su dorado semblante.
A veces la belleza declina de su estado,
por causas naturales o causas imprevistas.
Mas tu eterno verano, jamás se desvanece,
ni perderá su instinto de tener la hermosura,
ni la Muerte jactarse, de haberte dado sombra,
creciendo con el tiempo en mis versos eternos.
Mientras el ser respire y tengan luz los ojos,
vivirán mis poemas y a ti te darán vida.
William Shakespeare, Soneto 18
(Versión lírica de Ramón García González)
Vivaldi, Las cuatro estaciones, Violín Concierto No 2 'Verano' In G Menor
Anne-Sophie Mutter/Karajan
Bella comparación del verano.
ResponderEliminarSí, Tracy, los sonetos de Shakespeare invitan a la reflexión.
EliminarUn beso fuerte.
Y el poema sigue viviendo.
ResponderEliminarBesos.
Sí, se trata de una eternidad de medida humana y no divina, pensable solo como palabras, como lenguaje. En su obra dramática "Hamlet", por ejemplo, duda de la pervivencia del espíritu (“To be or not to be”, etc), pero plantea algunas de las preguntas fundamentales de la condición humana. No conocemos, sin embargo, su creencia íntima.
EliminarEl poeta con sus versos podrá retener para siempre la belleza eterna del ser amado o amigo, frente al carácter efímero de un día de verano.
Lo que da de sí un soneto como parte de una serie interrelacionada :)
Un beso, Toro.
"El poema sigue viviendo" :)
EliminarCreo que Shakespeare conocía Todo. Cada vez que le leo, más lo afirmo.
ResponderEliminarVivaldi para acompañar al poema. Todo un acierto.
Besos, querida amiga.
Sé que te gusta mucho Shakespeare.
Eliminar:)
Gracias, querida Verónica.
Un beso.