El censo de Belén. Pieter Brueghel
Él, que pudo parar el Universo
y entrar con clamoroso cortejo de prodigios
en nuestra historia, prefirió ocultarse
en los comunes trámites de un vientre
de mujer y en el paso gris de una burra sobre
la nieve embarrizada de una tarde
anónima.
Ved cómo va acercándose
a nuestra estirpe sin quebrar ni una
ramillas de ese invierno, cómo se va mezclando
con nuestros menesteres: cobertizos,
juegos de niños, carros,
familias y costumbres.
No muy lejos
habrá un pesebre tibio. Nacerá
un niño más.
Y Dios cruzará el tiempo
rozándose con todas las cosas de los hombres.
Miguel d' Ors
O come, o come, Emmanuel...
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