domingo, 8 de octubre de 2017

Invocación






Antonio López



“Que nada nos detenga. La llama
del infinito debe obedecerse”. 



Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas,
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.

Por si vinieran tiempos de silencio.


Raquel Lanseros






4 comentarios :

  1. Qué delicia de poema, muy acorde con los tiempos que tenemos.
    Feliz domingo, Rosa.
    Ayer fue tu santo?????
    Si lo celebraste, espero y deseo que lo pasases muy bien.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Que no crezca jamás en mis entrañas
      esa calma aparente llamada escepticismo".

      Que no crezca jamás.
      :)

      No, mi santo es en agosto, santa Rosa de Lima.
      Seguro que tú celebraste el cumple de tu hija, te dejo nuevamente ¡felicidades!

      Un besazo y feliz semana, querida Maite.

      Eliminar
  2. Un poema para tiempos tenebrosos.
    Sea.

    Besos, querida Rosa.

    ResponderEliminar