Los dones del otoño
van estando contigo: la tierna luz cansada,
la silenciosa gloria del paisaje,
la familiar torpeza, la
intimidad con lo que muere. Son una compañía
más reservada, es cierto, acaso más difícil,
pero también más fiel: capaz de ser tú mismo
en una medida en que no lo sería
la petulancia, el apresuramiento
del verano. Una riqueza menos obvia,
pero más permanente.
van estando contigo: la tierna luz cansada,
la silenciosa gloria del paisaje,
la familiar torpeza, la
intimidad con lo que muere. Son una compañía
más reservada, es cierto, acaso más difícil,
pero también más fiel: capaz de ser tú mismo
en una medida en que no lo sería
la petulancia, el apresuramiento
del verano. Una riqueza menos obvia,
pero más permanente.
José Cereijo
P. Tchaikovsky, Octubre (Canción de otoño).
Los dones del otoño... los necesito de verdad.
ResponderEliminarMe agota este eterno verano. Preciosa la música como siempre.
Besos, Rosa. Feliz fin de semana
Una riqueza menos obvia, pero más permanente, así es el otoño.
EliminarTambién tengo ganas de otoño efectivo, aunque sí lo siento.
Tchaikovsky recrea estos versos: "Otoño, nuestro pobre jardín está completamente cubierto de hojas,
Las hojas amarillas volando en el viento..."
Un beso y feliz fin de semana, Maite.
Y que parece que no llega este otoño con tanto verano tardío.
ResponderEliminarEs la estación que más me gusta y sus dones que te llevan adentro.
El poema es una maravilla, como esta composición de Tchaikovsky, que es pura elegancia y sentimiento.
Besos, querida Rosa.
A mí también, el otoño y su calma, adentro.
EliminarEn esta obra me recuerda a Schumann.
Me alegra que te guste.
Un beso, querida Verónica.